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10 reglas de oro para regar sin desperdiciar agua

by Redaccion
Reglas de oro regar

Regar las plantas no es solo echarles agua. El riego es la tarea más importante para su desarrollo, sobre todo cuando las temperaturas son más altas. Si quieres regar de forma eficiente, sin desperdiciar agua, cada vez más escasa, es necesario que aprendas a regar. Conoce estas 10 reglas de oro para regar sin gastar agua innecesariamente.

Pero antes, ¿cada cuánto tiempo hay que regar las plantas?

La frecuencia y la cantidad de agua dependen de diversos factores: del clima de tu zona, las características del terreno y también del tipo de plantas que hayas elegido. Aquí van algunas pautas generales para que sepas cada cuánto has de dedicarle unos minutitos al riego.

> Las plantas que crecen en recipientes necesitan un mayor aporte de agua, ya que el sustrato se seca antes y no retiene tanto la humedad.

> Cuando las plantas están en plena floración consumen más agua, así que tendrás que regarlas más a menudo.

> En verano, si vives en una zona muy cálida, y con ausencia de lluvias, hay que regar a diario determinadas zonas, como el césped.

Reglas de oro regar césped

> Es importante también regar las especies recién plantadas porque sus raíces todavía no son profundas y tienen más problemas para coger
el agua a través de ellas.

> Los terrenos arcillosos se riegan con menor frecuencia que los arenosos, porque los primeros retienen más tiempo el agua.

> Cuando sople el viento, tendrás que regar más, porque con él las plantas se deshidratan antes.

> Finalmente, si tus plantas están al sol, es evidente pensar que tendrás que regarlas más que si están en la sombra.

Reglas de oro regar

Reglas, una a una

Los expertos de Gardena nos ofrecen una decena de buenas reglas de oro para regar sin desperdiciar el agua.

1. Mantén una humedad uniforme. Es importante evitar que las plantas lleguen a secarse del todo.

2. Riega con menos frecuencia. Pero más profundo y con abundante agua.

3. Riega por la tarde-noche o temprano por la mañana. Es la mejor hora, porque así evitas las horas centrales del día, en las que se evapora el agua.

4. Evita mojar las hojas y las flores. Podrías favorecer la aparición de mohos y enfermedades fúngicas, como el oídio o el mildiu.

5. Aporta la cantidad de agua necesaria. De esta manera el agua llegará hasta las raíces y el suelo permanezca húmedo de forma uniforme.

6. Riega por partes. El agua necesita un tiempo para penetrar en las raíces, así que para evitar que se pierda, es mejor que riegues varias veces.

Reglas de oro regar todas partes

7. Riega de forma dirigida pero distribuida. Regar en un único punto hace que la raíz crezca solo por un lado. Así que riega alrededor de la planta (para esto es útil cavar un alcorque alrededor de los árboles y arbustos, sobre todo, cuando están plantados de forma aislada).

8. Riega ahorrando agua. El buen jardinero sabe que el agua es un bien escaso y que hay que cuidarla. Utiliza sistemas de
riego automático y sensores de humedad, tanto en los parterres de ores, como en las macetas y en el césped, para que te ayuden a no despilfarrar agua, regando solo cuando sea necesario.

9. Evita la inundación. Este sistema de riego es uno de los más tradicionales, sobre todo en el huerto, pero, además de no permitir el ahorro de agua, elimina el aire que respiran las raíces, provocando su ahogamiento.

10. Utiliza suelo de calidad rico en arcilla. Este terreno retiene mejor el agua y de forma más uniforme. Pero debes asegurarte de que cuenta con un buen drenaje, para evitar el encharcamiento.

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