En torno a la elaboración casera del compost hay muchas ideas preconcebidas erróneas o inexactas. Descubre aquí por fin toda la verdad acerca del mejor abono para tus plantas. Te contamos qué necesitas para hacerlo bien y los pasos a seguir para enriquecerlo.
Mito 1. Siempre se hace en un compostador
Mito 1. Siempre se hace en un compostadorDesde luego el compostador es un recipiente que ayuda a una elaboración más rápida y controlada del compost, que además garantiza unas condiciones de higiene adecuadas y minimiza la difusión de olores desagradables. Pero no es imprescindible. Se puede conseguir un excelente abono reciclado apilando los residuos directamente en el suelo, en un montón.
Mito 2. Si huele mal, algo falla
Lo normal es que mientras se está “haciendo”, el compost desprenda mal olor, sobre todo al principio, ya que de lo que se trata es de que los residuos se descompongan. Son los de origen orgánico los que peor huelen al degradarse. Sin embargo, si el olor es muy fuerte, como a putrefacción, el problema puede ser la falta de aireación, y la mezcla presentará un aspecto brillante y pegajoso. En tal caso, hazte con una horca y voltea el montón. Hazlo de forma regular y, si es preciso, agrega componentes secos, como papel, cartón troceado o paja.
Mito 3. Se puede echar de todo
Mito 3. Se puede echar de todoAunque el rango de residuos que puedes utilizar es muy amplio, lo cierto es que hay productos que no están permitidos, como restos de carne, huevos, pescado, pan, queso, galletas, raíces de malas hierbas, plantas o frutos enfermos, excrementos de animales domésticos o de personas, serrín de madera tratada, papel impreso o materiales que no se degradan (vidrio, plástico, etc.).
Por el contrario, sirven todos los residuos de fruta y verdura, cáscaras de huevo, yogures, tapones de corcho, papel de cocina, aceite y vinagre, posos de café y té, flores, hojas, plantas enteras, césped segado, restos de poda triturados, ceniza, paja, papel de cocina y cartón, entre otros.
Mito 4. Hay que dejar que ‘se haga a su aire’
Nada de eso: tu intervención es básica y ha de ser diaria. Tienes que vigilar la mezcla, darle vueltas de vez en cuando y humedecerla en caso necesario. Respecto a esto último, si está seca, será difícil que se descomponga bien, así que te tocará regarla. Si no se inicia el proceso, agrega productos húmedos como fruta o césped segado. También puede ayudar a agilizar el proceso un producto activador de compost. Y si la mezcla está húmeda de más, deberás añadir material seco para compensar.
Mito 5. No hace falta trocear la madera
Mito 5. No hace falta trocear la maderaPrecisamente hay una ley química que reza así: “A mayor grado de división, mayor velocidad de reacción”. Pues al compost le pasa eso, que si trituras los residuos lo máximo posible, se contribuye a agilizar el proceso de descomposición. Una biotrituradora te ayudará a desmenuzar las ramas podadas y toda la madera como paso previo al compostaje. La de la imagen, por ejemplo, es el modelo eléctrico GE Viking 140 L (439 €), diseñada para desmenuzar ramas y desechos herbáceos de hasta 40 mm de diámetro. Dispone de recogedor de 60 litros y está dotada de retroceso automático en caso de atasco.
