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7 claves para trasplantar

by Redaccion
Trasplantar en tu jardín

Aunque aparentemente trasplantarparece una tarea fácil, hacerlo mal tiene consecuencias: que la planta no arraigue y se muera. Para evitarlo, repasamos los 7 puntos clave para trasplantar en tu jardín. Toma nota.

Trasplantar en tu jardín
1 ¿Cuándo se hace?

Tras el descanso vegetativo y cuando las plantas reinician su desarrollo, es el momento idóneo para cambiarlas de maceta o trasladarlas al suelo del jardín. Esto es trasplantarlas. En invierno, las raíces no pueden penetrar en el suelo helado, que se vuelve húmedo y pastoso durante el deshielo, causando el deterioro radicular. Si no tienes claro cuándo hacerlo, observa la parte inferior de la maceta: ¿las raíces asoman por los agujeros? No esperes y trasplanta.

2 Primeras tareas

Para asegurar el arraigo posterior, toma algunas medidas previas al trasplante: recupera los ejemplares débiles con abonados, pinzados,… ; prepara el terreno, removiéndolo, limpiándolo de restos de plantaciones anteriores y de malas hierbas. Y abonándolo. Humedece bien la tierra regándola en días sucesivos para facilitar la perfecta incorporación de las raíces al suelo.

3 Cómo se realiza

Tras humedecer la tierra, extrae la planta de la maceta, invirtiéndola y golpeando suavemente la parte inferior hasta que tengas el cepellón en tus manos. Procura no deshacer el pan de raíces y elimina cualquier trozo marchito o podrido. Haz un hoyo amplio (el doble del cepellón) y planta a cielo abierto. Si la planta va a un recipiente mayor, pon en su base drenaje y una fina capa de sustrato de calidad. Sitúa la planta en el centro y rellena con más sustrato. Presiona para reafirmar y riega.

4 El abono

El alimento que necesitan después depende del tipo de planta. Las aromáticas y las culinarias requieren buena tierra de jardín, arena y mantillo o turba a partes iguales con algo de fertilizante. Pero, ojo, que un aporte excesivo de abono puede producir un crecimiento desmesurado y una reducción notable de la fragancia. Las rosas prosperan bien con tierra vegetal mantillada, aunque no tienen problemas en terrenos bien drenados salvo si son muy calizos (hay que incorporar estiércol descompuesto o abono equilibrado). Y las plantas ácidas (camelias, rododendros… ) agradecen un aporte de tierra de brezo o castaño.

Trasplantar en tu jardín
5 ¿Cuánto regar?

La aportación de agua que has de hacer depende del nuevo emplazamiento. Como el crecimiento no es desmesurado inicialmente, riega lo justo para no originar pudriciones. Si usas una maceta de plástico, bastará un aporte ligero para solapar uno y otro sustrato. En las de barro, debes efectuar riegos más copiosos. Y recuerda preservar a las nuevas plantas del sol directo.

6 Protecciones

Existen diversos tipos de protecciones para los trasplantes en sus primeros días de adaptación a la nueva ubicación. A modo de acolchado puedes usar hojas de periódico sujetas con piedras o tierra. También puedes efectuar una ligera cobertura de paja, frondes de helecho o turba, beneficioso para bulbos y tubérculos. En el caso de plantas aisladas, cúbrelas con cajoneras o macetas grandes, aunque si son muy delicadas, llévalas a un invernadero, miniinvernadero, túnel de plástico…

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7 Las de interior

Como ya te hemos contado, las plantas de interior tienen varias formas de hacerte ver que necesitan una maceta más grande: raíces fuera del tiesto, carencias o un sustrato viejo, descolorido y pulverulento. En estos casos, ofréceles un nuevo recipiente con más capacidad. Humedece la planta el día anterior para mejorar la unión del cepellón al nuevo sustrato y deposita en el fondo del recipiente piedras pequeñas para mejorar el drenaje.

Puedes leer más consejos de cómo traspasar tus flores y plantas de una maceta a otra o de una maceta a la tierra en el número 279 de tu revista Mi Jardín. Para conseguirla, llámanos al 916 326 251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es

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