El acolchado o mulching es una técnica que permite proteger tus plantas, sobre todo las raíces, de las inclemencias del tiempo. Por eso, en esta época es de suma importancia colocar cubresuelos en las zonas de las raíces de tus árboles, arbustos y otras plantas, y también en macetas y jardineras.
¿En qué consiste el acolchado?
Las ventajas del acolchado son notables y, debido al aumento de la demanda de estos productos, cada vez nos encontramos más posibilidades decorativas que aúnan la ecología y la estética. En jardinería se utilizan muchos materiales, tanto de origen orgánico como inorgánico.
Los expertos de Burés nos explican que el acolchado puede aplicarse en las diferentes épocas del año y en cada una nos proporcionarán distintos beneficios. Por ejemplo, en primavera, poner un cubresuelos ayuda a controlar el crecimiento de las malas hierbas; en verano, a controlar el riego y las temperaturas excesivas en las raíces de las plantas; y en los meses más fríos de otoño e invierno, permite proteger las raíces de las bajas temperaturas, las heladas y la nieve.
¿Cómo elegir el cubresuelos?
Primero, para saber cuánto cubresuelos necesitas para proteger tu jardín, huerto, macetas o jardineras, desde Burés hacen el cálculo por ti: un saco de 50 litros por metro cuadrado.
Mucha gente compra el acolchado según criterios decorativos o estéticos, pero los expertos recomiendan:
- para macetas y jardineras: cortezas finas
- en zonas expuestas al viento: puzolana volcánica
- en caminos o zonas de paso: cubresuelos mixto
Pero además de estas cortezas de madera de diferentes medidas, también existen otros cubresuelos como los chips de coco, las fibras de madera o las brácteas de piña.
Colocar el acolchado es una tarea muy fácil
Antes de contártelo, es importante tener en cuenta que el uso de borduras y perfiles de retención permiten delimitar los espacios y mantener el cubresuelos en su sitio.
Para hacerlo bien, distribuye el acolchado por todo el espacio de manera uniforme. Una vez esparcido todo, puedes utilizar un rastrillo para colocarlo mejor. Es recomendable que dejes una capa de grosor de entre 5 y 7 cm. Los expertos de Burés nos lo cuentan todo en este vídeo:
