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Cica: la favorita de Pepe Plana

by Redaccion
cica

Todos diríamos que la maravillosa cica o palma del sago (Cycas revoluta) es una palmera, perteneciente como todas a la familia Arecáceas (antes Palmáceas)…Y no, esta preciosidad pertenece a una familia muy anterior, Cycadáceas, que únicamente cuenta con un género, Cycas, y un centenar de especies de las que solo nos interesa nuestra protagonista de hoy: revoluta. Posiblemente sea la especie vegetal que goza de mayor prestigio en todo el mundo jardinero.

Por Pepe Plana. Fotos: Covadonga Gala e iStock

Dice el popular refrán: «algo tendrá el agua cuando la bendicen». Extrapolado a la protagonista de esta entrada, Cycas revoluta, quedaría con un texto similar: «algo tendrá la cica cuando todos la deseamos». Y ¿qué tiene esta «palmerita» (ya dijimos que no es una palmera) para ser objeto de culto entre todos los amantes de las plantas? Un verdadero cúmulo de virtudes y un inconveniente (o dos, o tal vez tres).

Virtudes de la cica:

• Sus frondes (hojas de las palmeras y helechos) son excepcionalmente coriáceos, apretados, verde oscuro, recurvados, agresivos, pinchantes.
• Su fuste (tronco de las palmeras) es muy grueso en comparación a la altura, ya que su crecimiento es lentísimo. Es recto y confiere a cada ejemplar el aspecto de valiosa escultura vegetal.
• Su floración, tanto de los ejemplares masculinos –con conos en piña portadores de polen sensacionales–, como la de los femeninos –con rosetón algodonoso de flores con los óvulos y posteriormente los frutos– son espectaculares.

Inconvenientes de la cica:

• El precio de una cica es, sin paliativos, elevadísimo. Tengamos en cuenta que su crecimiento es extremadamente lento; un metro de tronco podría tardar en formarse 50 años. Un ejemplar máximo de 5-7 metros de altura de tronco, llegaría a mil años…
• Es muy tóxica, o venenosa, o peligrosa por ingestión. Además, en cada una de sus partes, aunque se llevan casi toda la fama sus frutos y semillas, presentes en los pies femeninos.

• Podemos considerar a las cicas como plantas frioleras, o susceptibles de sufrir los efectos del frío, aunque no lleguen a morir. Fuera de las costas, siempre es un peligro adoptar cicas para el jardín.

pepe plana y cica

MANUAL EXPRÉS DE INSTRUCCIONES

Ante todo, vigila las temperaturas mínimas. Las mejores cicas que he visto en España las encontré en el Hotel Alfonso XIII, de Sevilla. Algunas con troncos de 2-3 m que confieren al jardín una sensación de calidad. Este dato te puede dar una idea del clima que adoran las cicas: el mediterráneo suave. Te aconsejo que de ninguna manera trates de cultivar una palmera del sago en ambas mesetas, y por añadidura, todo el territorio central peninsular, porque, aunque no vaya a morir de frío o calor, sí que se dañará con las temperaturas extremas de los días de frío y calor intenso.Las estípulas o foliolos de las hojas se quemarán y tornarán a amarillo paja sin remedio. Y eso no se cura. Eso sí, resulta ideal plantada en patios, porches, entradas, pérgolas, terrazas, etc. Es decir, cuando está protegida y en un macetón para poder cambiarla de emplazamiento si fuera necesario.

cica

CUIDADOS BÁSICOS

LA PLANTACIÓN

En pleno verano. La plantación de cicas es muy similar a la de las palmeras, va al contrario del resto de vegetales. Si siempre recomendamos dejar las plantaciones para el invierno o comienzos de primavera, durante el descanso vegetativo, en Arecáceas y Cycadáceas debes aprovechar el reposo estival, ya que prácticamente en su hábitat nunca se producen paradas invernales.

EL EMPLAZAMIENTO

Algo sombreado. No, no te estamos aconsejando que pongas las cicas a la sombra, pero nunca las sitúes a pleno sol. Yo no he visto jamás una cica feliz tragándose cada día todo el sol, desde que sale hasta que se pone. Adoran un ligero sombreado de, por ejemplo, árboles altos o la casa cerca en saliente. En interior, sitúala junto a una ventana con poco sol.

EL TERRENO

Sueltecito y bien drenado. El sistema radicular de las cicas, fasciculado y potente, sujeta muy bien sus fustes, aunque el terreno sea arenoso. En cambio, esta especie no soporta los suelos compactos y arcillosos, que generalmente drenan mal, cosa letal para nuestra protagonista. Si la cultivas en tiesto, usa sustrato universal para plantas verdes.

EL RIEGO

Ojo a los encharcamientos. El encharcamiento es muy peligroso para la cica. Plantada en recipiente, con el paso del tiempo y la emisión de raíces, los agujeros del fondo tienden a obturarse, creando letales embolsamientos de agua. Si pones tu cica en tierra, verifica que siempre haya una cierta humedad, pero huye de los riegos copiosos y frecuentes. Para cultivos de interior, controla que el plato bajo el tiesto esté siempre seco.

LA MULTIPLICACIÓN

Recurre a los hijuelos. Con las cicas no sucede como con las palmeras, que sueltan frutos con semillas que germinan cerca, pudiendo recuperarse a tiestos. Las cicas solo se reproducen separando los hijuelos basales que emiten cada cierto tiempo. La separación debe realizarse tras 3-4 años desde la aparición de los brotes.

LA BROTADA DE UNA CICA, NADA COMPARABLE

Pocas cosas tan espectaculares como la brotación de hojas nuevas en una cica. Sucede cada 3-4 años… o más, y es una renovación casi completa. De donde no había más que un cogollo casi seco, viejo, herrumbroso, surgen un tropel de frondas lustrosas, inmaculadas, grandes; y se produce ese cambio de look que tanto se había hecho esperar, incluso en ocasiones pensando que la planta iba a morir. Te hemos preparado una secuencia de imágenes con la emergencia del nuevo follaje de una cica macho (se sabe porque las hojas son muy verticales, en los pies hembra las frondas son casi horizontales). Ya verás, todo un espectáculo… de renovación de la vida.

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