Seguro que alguna vez has visto una caja, una botella o incluso una piel de naranja con semillas colgada de un árbol. Los comederos para aves son un accesorio para el jardín o la terraza que permiten disfrutar de la observación de aves sin salir de casa. Además, bien hechos, ayudan a pasar las épocas de escasez a estos seres alados.
Por Juan de la Torre
Cultivarte Agroambientales
Tener aves a nuestro alrededor aporta color y musicalidad al día a día. Escuchar sus cantos es bello y relajante y observarlas alimenta la vista por su diversidad de colores y formas. Pero, además, las aves son grandes aliadas del huerto y del jardín.
A lo largo del año varían su alimentación en función de la disponibilidad de recursos. En otoño e invierno se alimentan de semillas. Los insectos (en general) están resguardados del frío y, en cambio, las hierbas que crecieron en verano están cargadas de semillas. De igual modo, muchos árboles y arbustos maduran sus frutos en otoño. Estos, ricos en grasas y aceites, ayudan a cargarse de reservas para pasar el frío invernal. Según va pasando el tiempo, estos recursos se agotan pero, con el calor primaveral, aparecen los insectos, con los que también las aves alimentarán a sus crías.
Las ciudades son espacios en los que no abundan ni hierbas ni insectos, por lo que los comederos son un complemento importante para las aves urbanitas. Y a cambio, nos regalan un trocito de naturaleza en medio de los edificios y el asfalto.
Hay muchas maneras de ayudar a estos aliados alados en casa, una de ellas es la instalación de comederos.
CÓMO HACER COMEDEROS PARA AVES
Hay tantos formatos como ideas podamos tener, la clave es un recipiente, una cubierta para que no se moje el alimento y, por supuesto, el alimento. Además de los que se pueden comprar, en casa tenemos mucho material que podemos reutilizar y evitar así generar basura. Desde una garrafa en la que se le practican varios agujeros y ponemos dentro las semillas, pasando por una cáscara de naranja colgada con un hilo hasta casitas de madera (o incluso tetrabricks). El caso es que, si va a ser un comedero que permanezca en el tiempo, debemos proteger el alimento de las lluvias para evitar que se pudra. Además, es mejor evitar superficies demasiado porosas que dificulten la limpieza.
QUÉ ALIMENTO PONER EN LOS COMEDEROS
Como hemos dicho antes, muchas aves cambian su dieta a lo largo del año. Por tanto, para que el comedero sea realmente beneficioso para ellas, es necesario estar atentos y alimentarlas adecuadamente. Lo primero y más importante es evitar productos cocinados, con sal y/o con azúcar. Es necesario prestar atención a los ingredientes y evitar, además, cualquier elemento que no sea puramente natural. No queremos provocar indigestiones ni enfermedades a ningún pájaro.
Dicho esto, durante los meses de otoño/invierno, podemos poner en los comederos diversidad de semillas. Un comedero de lo más sencillo es pinchar cacahuetes crudos (sin sal) y sin pelar en un trozo de alambre. También se pueden poner semillas de mijo, panizo, alpiste… que venden en las tiendas de animales. La diversidad de semillas en el comedero favorecerá la diversidad de aves que se acerquen a comer.
En primavera (a partir de febrero para algunas aves), las aves varían su alimentación y su comportamiento. En esta época el comedero debe componerse de elementos proteicos, tales como larvas o preparados para aves insectívoras. Además, el comedero puede complementarse con restos de fruta madura de temporada y pipas de girasol crudas y sin sal.
DÓNDE COLOCARLOS
Es muy importante pensar en la colocación de los comederos para facilitar la llegada y evitar problemas a las aves.
> Tiene que estar protegido del sol, el viento y la lluvia.
> Elige una ubicación en un lugar elevado en el que las aves se sientan protegidas de los depredadores (por ejemplo, los gatos).
> No lo pongas junto a un cristal o una ventana para evitar que las aves choquen y se hagan daño.
MANTENIMIENTO
Es fundamental mantener la higiene del comedero. Como estamos aprendiendo forzosamente estos meses, las enfermedades se transmiten entre individuos de la misma especie por contacto cercano. Los comederos pueden ser fuente de enfermedades para las aves. Por ello, cada dos semanas aproximadamente debemos limpiarlos bien con un poco de lejía y agua y dejarlos secar antes de volver a colocarlos en la ubicación elegida.
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