Las cestas colgantes llenas de plantas son ideales para decorar terrazas y porches, y también en interiores. Permiten muchas posibilidades durante todo el año, si sabes elegirlas bien. Pon en práctica estos sencillos cuidados para plantarlas y mantenerlas perfectas. Lo bueno que tiene plantar en cestas es que puedes cambiar su contenidos según la temporada. Si no lo haces, es mejor dejarlas vacías hasta que tengas tiempo de renovarlas con nuevas especies. Te recomendamos las más pequeñas y rastreras, y descartar las de tallo alto, largo o frágil.
En invierno, no es mala idea combinar coníferas como los enebros enanos o la pidea blanca, con hiedra u otra trepadora de invierno. Y las que están al pie del cañón todo el año, son las suculentas, con decenas de formas y tamaños.
Riego
Las cestas necesitan riesgos más frecuentes que otros recipientes porque su sustrato se seca antes. Existen diferentes sistemas como la inmersión (hay que bajarlas para ello), las regaderas de caño largo o las provistas de una bomba que impulsa el agua hacia arriba, y usando un fusil de riego. Gardena tiene uno especial para el riego de cestas.
Abono
Una vez que las plantas hayan arraigado y se sientan cómodas en su cesta, añade abono líquido al agua de riego. Lo ideal es hacerlo una vez a la semana. También puedes introducir en la tierra un fertilizante de acción lenta en gránulos o barritas fertilizantes, como los bastoncitos nutritivos, de KB.
Arreglos
Corta las flores y hojas secas, y alargarás la vida de la cesta hasta el final de cada temporada. Si, por despiste se te ha secado la planta, puedes recuperarla sumergiéndola en un recipiente con agua durante un par de horas. Después, elimina las flores , hojas y tallos que estén secos.
