El compost es un proceso natural de descomposición de la materia orgánica en presencia de aire que realizan los seres vivos del suelo. Con ello, disminuye el gasto en fertilizantes para nuestras plantas a la vez que permite reducir la cantidad de residuos generados en casa. Es un abono equilibrado con gran cantidad de beneficios para el suelo y el medio ambiente.
Por Juan de la Torre Martín. Cultivarte Agroambientales
> RECIPIENTE
Un simple montón sería suficiente, pero por estética y por eficacia, es más útil (al menos para empezar) tener una compostera. En el mercado hay gran cantidad de modelos y tamaños, que dependen del volumen de residuos que produzcas en casa. Si la haces con materiales reutilizados como pueden ser ladrillos, maderas o una maya, ten en cuenta que debe permitir el paso del aire y que no debe superar 1 metro de ancho y 1 metro de alto, el largo depende de ti y tus residuos.
> COMPOSICIÓN DE LOS MATERIALES
Todo producto de origen orgánico es compostable, es decir, si estuvo vivo se composta (incluso hay proyectos en EE.UU. para legalizar el compost humano como ceremonia funeraria) pero tiene que ser en unas proporciones equilibradas para evitar que el proceso se pare o se pudra la pila. La materia verde (los restos de la cocina, las hojas verdes, los restos de plantas del huerto…) aportan agua y nutrientes ricos en nitrógeno. Los materiales secos (hierba seca, palos nos, hojas secas…) aportan estructura sólida que permite el paso del aire y son ricos en carbono. Por cada 2 partes de material fresco debe echarse 1 de materia seca. Además, pese a que todo lo vivo se composta, para empezar es recomendable usar solo materiales vegetales sin cocinar. La carne, el pescado y la comida cocinada y/o con aceites podrían atraer animales poco deseados y es más fácil que generen olores desagradables si no se hace un buen manejo.
> EL AIREADOR
Para un correcto funcionamiento del compostaje y acelerar el proceso es recomendable remover cada cierto tiempo el montón. Con un palo sería suficiente, pero, dependiendo del tipo de compostera que tengas, puede ser incómodo y poco efectivo. Hay unos modelos de “sacacorchos gigantes” que considero los más efectivos para esta tarea.
> UBICACIÓN
En los inviernos fríos es recomendable que esté protegida del viento y que tenga algunas horas de sol. En los veranos calurosos es mejor que esté a la sombra para evitar que el exceso de calor evapore el agua y mate a los microorganismos. Cada persona debe encontrar su lugar, pero como norma general es interesante que esté resguardada bajo un árbol de hoja caduca que permita el sol del invierno y proteja el de verano.
El manejo de la compostera
Te recomiendo que pongas un pequeño cubo con tapa en un lugar recogido de la cocina en donde vayas acumulando las pieles de fruta y verdura. Cuando este cubo se llene (cuidado con los calores del verano que dan pie a la descomposición, quizá tengas que sacarlo más frecuentemente) será el momento de ir a la compostera y alimentarla. Igualmente es interesante dejar junto a la compostera un cubo o una bolsa con hojas secas, hierba seca o paja. Tras echar el resto de la cocina remueve bien todo el montón y echa una capa de material seco que cubra la superficie. En otoño, echa las hojas caídas directamente, tienen una composición equilibrada. A la hora de echar restos de plantas o palos pequeños córtalos con una tijera en trozos de unos 5 cm de largo. No eches palos muy duros y grandes, tardan mucho en descomponerse. Por último, cuanto más remuevas el compost más rápido se hará. Es recomendable hacerlo una vez a la semana.
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