Es difícil concebir un jardín sin árboles ni arbustos. Además de decorarlo y formar su estructura, enmarcan vistas y dan sombra. Pero no solo en el jardín, también en la terraza o en el balcón se pueden instalar pequeños arbustos adecuados a cada lugar. Plantarlos no es difícil, pero hay que tener en cuenta algunos factores para que prosperen sin problemas.
Cuándo plantar
A raíz desnuda se pueden plantar desde el momento en que se les cae la hoja hasta que esta empieza a brotar de nuevo. Esto último, dependiendo de la climatología, puede ocurrir de mediados de otoño o al inicio de la primavera. Pero como no todos los árboles tiran la hoja ni brotan a la vez, habrá que concretar la época de plantación dependiendo de cada especie. Por ejemplo, aquellas que tengan un brote y floración temprana se plantarán al inicio del invierno y no al final, porque estarían ya brotadas.
Las plantas con cepellón se pueden plantar en cualquier época del año. En caso de que se realice en verano, hay que procurar no hacerlo en días ni horas de calor intenso. Además, conviene evitar realizar la plantación en épocas de sequía, heladas y vientos.
Así se planta
1. Rellena el fondo del hoyo con tierra de buena calidad, pisándola para que se compacte ligeramente. Cuando veas que el aporte de tierra es suficiente y que el cuello de la planta queda al nivel del suelo, coloca el ejemplar y céntralo en el hoyo. En las plantas con cepellón, ten cuidado al sacar la maceta para que no se desmorone.
2. Echa tierra alrededor de las raíces, apretándola para deshacer las posibles bolsas de aire que perjudicarían a la planta. En el caso de que se utilice un tutor, este es el momento de atarlo.
3. Realiza un alcorque alrededor del árbol o el arbusto para recoger el agua. Riega abundantemente después de plantar, manteniendo siempre el hoyo con un cierto grado de humedad, pero sin excederse.
Una buena idea
Los tutores cumplen la doble función de dirigir al árbol para que adquiera una forma recta y evitar que este se mueva. Clávalos antes de plantar, en el fondo del hoyo, donde se vea que no molesta a las raíces. Y recuerda que las plantaciones de arbustos no suelen llevar tutores. En el caso de que las raíces estén algo secas, conviene hidratarlas para favorecer así un mejor desarrollo. Puedes hacerlo sumergiendo las raíces durante unos minutos en agua templada o en un hoyo con tierra, mantillo y agua.
Trabajos previos necesarios
1 Antes de adquirir las plantas, hay que observar que tienen un buen sistema radicular y una distribución acorde de las ramas. Y recuerda proteger las raíces del sol y del aire durante el transporte.
2 Para cavar el hoyo de plantación, no trabajes con la tierra demasiado seca o excesivamente húmeda. Elimina las malas hierbas y delimita el tamaño del hoyo que vayas a necesitar. Eso sí, comprueba si el terreno del hoyo es de muy mala calidad, pues existe la posibilidad de mejorarlo. Una opción es cambiar toda la tierra por una mejor o un sustrato bien especializado, como el para plantas de jardín, de Floragard. Otra solución es mezclarla con mantillo o estiércol. O favorecer el drenaje y evitar encharcamientos, incorporando a la tierra arena de río.
3 Por último, antes de plantar, elimina las raíces largas y mal formadas. Y si es necesario realiza una poda de equilibrio. Esto es: podar la copa de los árboles o arbustos que presenten una escasez de raíces, acortando simplemente las ramas principales. En los árboles a raíz desnuda, si el sistema radicular es más bien escaso, se puede estimular su desarrollo mediante el uso de hormonas de enraizamiento.
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MI JARDÍN nº 273. Para conseguir este número, llámanos al 916 326 251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
