Los ejemplares jóvenes se deben dejar crecer hasta los 2 metros de altura y después se corta la guía central para darles forma globosa.
A continuación, se cortan las ramas laterales del tercio medio del tallo principal para que desarrollen una buena copa.
Los árboles adultos no necesitan podas importantes. Solo cortar las ramas marchitas o entrecruzadas y las laterales que molesten. Para hacerlo más fácil, corta por partes:
1. Sierra las ramas de abajo hacia arriba, a unos 20 cm del tronco.
2. Después córtalas de arriba hacia abajo.
3. Cuando hayas eliminado una buena parte de la rama, realiza el corte decisivo lo más cerca posible del tronco del ejemplar.
4. Alisa los bordes de la herida practicada con un cuchillo de jardinero bien afilado. Es importante quitar todas las astillas que veas.
5. Y para ayudar en la cicatrización e impermeabilizar la superficie de corte, extiende sobre ella un producto sellador de heridas o pasta cicatrizante.
