Con un ojo puesto en las últimas heladas y otro en los brotes del invernadero o en la explosión de color en tu centro de jardinería… este es el pistoletazo de salida para volverse loco con el jardín y la terraza esta primavera. Por eso, reunimos aquí unos cuantos consejos para que, con orden, puedas comenzar con éxito esta nueva etapa jardinera.
Poco a poco y sin prisa… es la máxima a tener en cuenta en estas primeras semanas de primavera y no emocionarse con los primeros días soleados de temperaturas más suaves. Ya has visto cómo ha empezado esta primavera: lluvias y frío, tras muchos días de rayos de sol.
Pero vamos a pensar en ‘modo nueva temporada’: si metiste ejemplares en casa a pasar el invierno, es conveniente que tus plantas empiecen a ver ya el sol, especialmente si cuentas con una terraza abrigada u orientada al sur. Lo importante es evitar someterlas a un cambio brusco de temperatura o a corrientes de aire frías. Para no arriesgarte, adáptalas poco a poco a una temperatura más fresca, por ejemplo, abriendo las ventanas en las horas centrales de los días más templados, antes de sacarlas a la terraza durante unas horas para que se ventilen. Y por la noche, llegado el caso, mételas de nuevo en casa.
Todas las precauciones son pocas
Ante una caída brusca de las temperaturas (tan habituales en primavera), toda prevención con las plantas es poca. Por eso, te recomendamos que en el jardín no retires todavía el acolchado y que cubras con papel de periódico las especies que hayan empezado a brotar. En el caso de helada, rocía el follaje de las plantas afectadas. Quizás, lo que si haya que recoger sean las cuerdas que han sujetado ramas para evitar que el viento las torciera.
Que no se sequen
En cuanto al aporte de agua que ahora se impone, hay que tener en cuenta que si la estación viene seca, lloviendo de manera ocasional, el agua no penetrará en el suelo y se evaporará, por lo que no debes suprimir el riego. Al contrario sucede si la temporada destaca por lluvias constantes, que además provocan la rápida filtración de los nutrientes. En este caso sí que conviene que los repongas con un aporte de mantillo o fertilizantes. Por su parte, los tratamientos fitosanitarios no tendrán efectividad con esta climatología.
Nuestro consejo, si no vives en zonas del norte, es que te pases a un jardín de poca agua, para el que hay un buen número de especies. Casi todas las aromáticas son una opción magnífica, por ejemplo, romero, hisopo, hinojo, tomillo y laurel. Entre los árboles y arbustos más tolerantes destacan la retama, budleya, cincoenrama, rosal rugoso, piracanta y santolina. Entre las vivaces: valeriana, sédum, siempreviva, verbena, yuca y gazania. Y anuales resistentes como caléndula, cosmos, tagete y amapola.
Nuevas plantaciones de primavera
En cuanto comience a hacer calor, olvídate de plantar a raíz desnuda, ya que puede producirse un crecimiento superior antes de que se establezcan las raíces. Ahora darán mejores resultados las plantaciones desde contenedor o recipiente. Practica un agujero dos veces más ancho que el cepellón y profundo para permitir plantar al mismo nivel que tenía en la maceta. En cualquier caso, para prevenir daños por heladas tardías conviene acolchar. Por otro lado, el trasplante o repicado de las plantas desde el semillero al terreno definitivo se efectúa cuando tienen tres o cuatro hojas y se pueden manipular bien. Antes, riega el recipiente para que el sustrato se mantenga adherido a las raicillas. Con un palito extrae las plantas con cuidado, tomándolas por las hojas, y trasládalas al nuevo emplazamiento. Acondiciona poco a poco.
ANUALES
Flores de una estación que requieren sol y un suelo bien drenado. Para dar mayor profundidad, sitúa las de colores fuertes en primer plano y los oscuros en la parte posterior. Muy fáciles de cultivar son los cosmos, las malvas, los lupinos y las amapolas. Siembra de forma espaciada, porque en plantaciones tupidas los brotes jóvenes se interfieren y marchitan.
BULBOSAS ESTIVALES
Ahora puedes plantar los bulbos que florecen en verano: azucenas, begonias, cañas, crocosmias, dalias, fresias, gladiolos… Disponlos en un terreno preparado con humus y drenado, con la yema apical hacia arriba, a una profundidad variable según la especie: begonias a 2-4 cm; cañas a 5 cm; azucenas, crocosmias y dalias a 8-10 cm, y fresias y gladiolos a 10-12 cm. Protégelas de la sequía y de las babosas.
AROMÁTICAS
Se adaptan bien a las macetas, pero en el macizo componen un cuadro de incalculable belleza. Su mejor base consiste en un pequeño talud. Ponlas por especies, en parcelas separadas con algún tipo de bordura, de esta manera: detrás, las altas (como romero, hisopo o ruda) y delante, las bajas (tomillo o menta serán una buena elección).
FLORES CONTRA PLAGAS DE PRIMAVERA
Ciertas especies vegetales exhalan sustancias volátiles que repelen a los insectos del jardín. La mejorana, el tanaceto, la capuchina y, sobre todo, el tagete son las más eficaces. Bien es verdad que para ello debes instalar una gran cantidad de ejemplares cerca del cultivo susceptible del ataque. También existen asociaciones de plantas beneficiosas, como las fresas y los ajos, que ahuyentan a los ácaros.
CÉSPED
Si lo plantas mediante semillas, espera unas tres semanas hasta que emerjan las plántulas y otras 10 antes de cortar y usar el nuevo césped. La época más favorable para la siembra es primavera; en otoño puede faltar tiempo para que la hierba se acondicione de cara al frío. Plantar rollos o planchas de tepes es menos económico, pero estará listo en 15 y 20 días.
Podar y limpiar, las tareas imprescindibles de primavera
Aunque ya ha pasado la época de las grandes podas, a estas alturas del año resulta conveniente tener cerca las tijeras de podar para realizar una serie de tareas de embellecimiento. Por ejemplo, cortar rosas pasadas con un buen vástago; hacer el primer recorte de los setos; las podas de aclareo de las flores en los frutales para conseguir una producción de mayor calidad; eliminar todas las partes muertas, enfermas o estropeadas de los ejemplares del jardín o cultivados en maceta… Con todo, recuerda que en esta época se obtienen los mejores esquejes y el arraigo en todos ellos está asegurado.
Si quieres saber más acerca de cómo empezar y continuar las tareas que tocan ahora en tu jardín, no te pierdas el número 297 de tu revista MI JARDÍN. En él encontrarás también los trabajos que conviene realizar específicamente en las plantas en rocalla, en el estanque, en los rosales, en las trepadoras y, por último, qué hacer con las malas hierbas. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es