Consigue el césped de tus sueños

Regar, cortar y abonar son las tres tareas claves del momento. Hazlo bien y disfrutarás de un césped sano, verde y mullido durante todo el verano.

Lo que más demanda ahora la pradera de césped es agua, que hay que proporcionársela en su justa cantidad. Si riegas demasiado, quizás no le falte verdor, pero propiciarás la aparición de enfermedades fúngicas y perderá nutrientes. Y si te quedas corto, se secará en dos días y se debilitará. En resumen, que el riego perfecto es el que cubre en su totalidad la superficie el césped, con la misma cantidad de agua en todos sus puntos y en dosis suficiente para que se halle hidratado y turgente.

EL RIEGO

Los aspersores de impacto y los difusores son los aparatos más apropiados, programados para que se pongan en marcha a primera hora de la mañana o última de la tarde. Los aspersores resultan muy adecuados para superficies grandes y diáfanas, y deben estar en funcionamiento bastante tiempo. Los difusores, en cambio, van mejor  en zonas pequeñas y accidentadas, y el tiempo necesario para efectuar el riego es más corto. En todo caso, hay que regar en mayor cantidad en la zona centro (7 l/m2 , por término medio). Junto a la costa, el césped soporta mejor la sed, debido a que el mar eleva la humedad ambiente.

Por supuesto, te aconsejamos que lo automatices. Un sistema de riego fijo y de cubrición total, gobernado por un programador eléctrico de varios sectores, te permitirá relajarte de la tensión que supone estar pendiente de algo tan frecuente y constante.

EL ABONO

Nutriente esencial para su crecimiento es el nitrógeno, pero ahora se pierde gran cantidad por los riegos continuos. Por eso, una tarea prioritaria ahora es abonar. Tras la aplicación de un fertilizante sólido al césped (repartido de manera uniforme), efectúa un riego generoso que permita la disolución del producto. Así evitarás quemaduras foliares y permitirás la inmediata asimilación de los principios activos. Si el abono es líquido, incorpóralo a la pradera después de regar. En cualquiera de los dos casos, no lo hagas a las horas de más calor. Espera al atardecer.

SIEGA

Otra labor clave del momento en el césped es la siega, con la que conseguirás mantenerlo sano y fuerte durante muchos años, no solo en verano. Ahora hay que pasar el cortacésped una vez a la semana. No dejes que crezca más de la cuenta porque disminuirá su resistencia al pisoteo y debilitará la base de las raíces.

Siega el césped por líneas, a una altura de 2,5 cm para una pradera de Ray Grass inglés y de 1,5 cm en el caso de la variedad Agrostis. En periodos de fuerte calor y sequía, deja las hojas algo más largas, como medio centímetro más.

En cuanto al recorrido de la segadora, en superficies grandes no hay problema en realizarlo en redondo, porque las curvas serán tan abiertas que las ruedas no dañarán la hierba. Pero en el caso de parcelas pequeñas, es mejor segar de manera lineal.

Deja para el final los recortes en las bases de los árboles, por las patas de los bancos, en las farolas, las pérgolas … Con el recortabordes eléctrico o las tijeras conseguirás dar el acabado perfecto.