Lo fundamental en jardinería, como en la vida, es no complicarte la existencia. Para ello, basta con elegir las especies adecuadas a cada región, exposición y terreno y cuidarlas acorde a esas condiciones. Eso no quiere decir que no te puedas dar algún capricho exótico, pero siempre sin abusar. Si sigues esta máxima, no te costará nada conseguir un jardín lleno de alegría y color. Con el césped, lo mismo. Lo primero, hacerse con un cortacésped que te facilite las tareas del jardín, una de ellas la siega, tan necesaria en esta época.
Con respecto al césped, conviene saber que hay variedades que se adaptan a las diferentes latitudes, pero es muy importante no abusar de él en las regiones donde no se da bien. Si vives en la mitad norte peninsular, no tendrás ningún problema en disfrutarlo, ya que el agua no escasea, y por tanto, la tupidez está asegurada. En las siguientes páginas te contaremos cuáles son los primeros cuidados que debes darle tras la parada invernal, la siega entre ellos.
Cortacésped a batería para hacer la tarea más fácil
Y para que puedas cortar tu pradera sin las complicaciones que generan las herramientas a gasolina y con la comodidad que supone no tener un cable por en medio, lo mejor es usar un cortacésped a batería. El GE-CM 18/30 de Einhell es ideal. Está recomendado para jardines de unos 150 m2. Además, tiene la ventaja de que su batería la puedes utilizar también en el resto de máquinas de jardín de la familia PXC, e incluso en las herramientas para el hogar dentro de la extensa gama con que cuenta la marca. Por algo su eslogan es «una batería, más de 200 herramientas».