Si necesitas decorar uno o más muros de piedra, un cercado de madera o disimular un talud, no lo dudes, recurre a especies alpinas y rastreras. Lograrán inmiscuirse hasta en los huecos más difíciles y te permitirán obtener resultados realmente decorativos. Además, comprobarás que son muy autónomas y que apenas necesitan cuidados.
CUBRICIÓN EN PÚRPURA
Rastrera perenne, la aubrieta forma desarrollos muy densos, lo que la hace apropiada para cubrir paredes con defectos que se quieran disimular o para conseguir efectos decorativos. En estos casos, las flores caen en cascada sobre zonas de la pared, formando enormes franjas verticales de color morado. Para conseguir que esté espectacular conviene colocarla al sol y en un suelo bien drenado.
¿Cómo se hace?
Delimita la zona y rellena con mantillo todos los huecos entre piedras comprendidos en ella. Introduce un plantón en cada uno y déjalo crecer. Para mantener la forma compacta poda los ejemplares después de la floración.
PINCELADAS EN LAS PAREDES Y MUROS
Desnudo y sin rastro de vegetación, muchos muros resultan sobrios y aburridos. Afortunadamente, la colaboración entre el viento, que logra colar semillas en grietas e intersticios, y una mano jardinera, se pueden alegrar. No esperes a que el paso del tiempo haga de las suyas y ocasione una brotada espontánea, tienes una gran variedad de especies de temporada con las que embellecer. Uña de gato (Lampranthus spectabilis), Canastilla de plata (Lobularia marítima), phlox e incluso calendulas pueden venirte muy bien en estos espacios.
¿Cómo se hace?
Busca huecos naturales donde deslizar un poco de mantillo e instalar plantones. También puedes plantar ejemplares en la parte superior del muro y guiar los tallos hacia abajo.
MUROS SIN MUROS
A la saxífraga (Saxifraga trifurcata), también conocida como jazmín silvestre por el aspecto de sus pequeñas flores blancas, le gustan tanto las rocas que es capaz de ocultarlas por completo. Incluso puede instalarse entre los huecos de la pared y prender sin problemas, Tolera tato la sombra como el sol y le gustan los suelos frescos pero bien drenados. Florece en primavera.
¿Cómo se hace?
Puedes multiplicarla a partir de semillas o separando pequeñas plántulas con raíces de la planta madre e instalándolas en el suelo, junto a la pared, o en los huecos del muro rellenos de mantillo. Trepará sin tu ayuda por la roca hasta cubrirla completamente.
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