A pesar de que las rosas son bastante resistentes, requieren ahora unos cuidados que no puedes pasar por alto. Esto es lo que debes hacer con las estrellas de tu jardín para que lleguen a la primavera en perfecto estado de salud. Cuidar tus rosas así, las mantendrá sanas y bonitas.
1 Mantén las copas libres de ramas
Para cuidar tus rosas, la primera clave es liberarlas de hielo y nieve. Para ello, basta hacerlo con la mano, delicadamente para no romper los pétalos. Pero también, poda tu rosal de tal manera que las flores queden despejadas, favoreciendo así la entrada de la luz del sol hasta las hojas más inferiores. Elimina toda la madera muerta o enferma y los tallos débiles.
2 Aplica un producto cicatrizante
A veces, los tallos presentan pequeños cortes, pero también los cortes de la poda suponen sellar bien. Cuando el corte es de más de 2 cm de ancho, y, en general, a toda la madera, conviene añadir un cicatrizante, como un aceite mineral para protegerla de plagas y otras enfermedades que pueden afectarlas en esta época y por cuyas «heridas» suelen colarse con facilidad.
3 Fíjate en el riego
Suspéndelo si están plantadas en el jardín, el agua de la lluvia será más que suficiente para todo el invierno. Si lo están en maceta, en cambio, riega de vez en cuando en pequeñas cantidades.
Y a propósito del agua…
En esta época, cuidar tus rosas significa no regarlas demasiado. En general, desde que las plantas empiezan a cambiar de color, sis hojas ya están muertas, por lo que no tiene sentido seguir regando. De continuar haciéndolo, lo más seguro es que se produzcan brotaciones débiles y a destiempo, así como un gasto de agua superfluo.
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