Con poco espacio y un buen proyecto entre manos, puedes convertir un patio con poca personalidad en el lugar preferido de la casa. El ejemplo nos lo trae Monique Briones –La Paisajista– con este jardín, autora de su diseño y del que nos cuenta cómo fueron las actuaciones para convertirlo en la maravilla que es hoy.
Por Monique Briones, paisajista
Fotos: Monique Briones
¿Cómo era antes este jardín?
Partimos de un patio totalmente solado y de diseño anticuado que no invitaba al disfrute, en absoluto. Aun teniendo piscina, el espacio era triste y bastante aburrido. Las jardineras tenían algunas plantas, aunque desordenadas y con el crecimiento estancado por el abandono y la falta de riego. El suelo era duro y gris y las paredes vacías transmitían únicamente una sensación de desánimo. El porche, más elevado que el resto y parcialmente protegido por una antigua pérgola de hierro, tenía intención de invitar a comidas y reuniones familiares. Sin embargo, la intimidad escaseaba al tener los vecinos tan cerca y el sol intenso tan encima.
Un nuevo diseño en marcha…
Para empezar a planificar el cambio que tan urgentemente pedía este espacio y los ocupantes de la vivienda, hizo falta un buen proyecto calculado a medida y sin margen para errores. En jardines tan reducidos, cada centímetro cuenta.
Con el proyecto en manos, la transformación empezó a tomar forma a través de la eliminación y retirada de elementos existentes y que eran incompatibles con la propuesta final. Se impermeabilizó el suelo y luego utilizamos tres tipos de materiales distintos: porcelánico de exteriores en el porche superior, tarima de madera tropical en la zona chill out y de estar, y un techo verde que añade frescor y vida y que apenas necesita mantenimiento.
Para la zona del porche se instalaron jardineras de acero Corten (un tipo de acero común al que no le afecta la corrosión) con plantas vivaces y con enredaderas de lupulus, que trepan por cuerdas de cáñamo hasta alcanzar la parte superior de la pérgola de hierro, aportando frescura en los días calurosos y también intimidad, ya que encierra como una cortina al porche.
Muebles preparados para exteriores, como el sofá en “L” y la mesita, coronan la zona de estar sobre la tarima de ipe, ofreciendo un agradable rincón para las sobremesas y para charlar con amigos y familiares. También se aprovechó la antigua fuente de hierro que se encontraba ya en el patio, dándole un aspecto más moderno y acorde con el espacio, al son del ruido del agua, pero sin ser la protagonista.
Detalles que enamoran
Todo el espacio quedó armonizado al enmarcarlo por jardineras de acero Corten, en las que se pueden encontrar distintos tipos de plantas vivaces, un arbolito (Cornus kousa) con interés en tres estaciones distintas – flores, frutos y color otoñal–, y un limonero reubicado que ya existía en el patio original y que se trasladó a otra de las jardineras más grandes. También se creó un banco volado y en forma de “L” que circunda el porche superior y que hace juego con la escalera de bajada al jardín.
Pero la protagonista del jardín es la leñera, que básicamente es de uso ornamental, pero que rodeada por la celosía de hierro y las mariposas de acero Corten genera un fascinante encanto. La iluminación también juega un papel fundamental en este jardín, ya que cuando se va la luz del sol y se encienden los focos, el espacio cambia de forma magistral creando un ambiente mágico.
Monique Briones es ingeniera agrónoma especializada en paisajismo y diseña jardines para todo el mundo desde la empresa que dirige en nuestro país.
La Paisajista. Jardines con Alma Madrid – Aravaca // Teléfono: 605 735 735 www.lapaisajista.com
Puedes leer este reportaje completo en el número 283 de tu revista Mi Jardín. Para conseguirlo, llámanos al 916 326 251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
