Un bonsái no es cualquier planta. Para empezar, la palabra es de origen japonés que significa literalmente bon = «bandeja» + sai = «cultivar». Aunque siempre llamamos bonsái a la planta en miniatura en sí misma, en realidad, se trata de la técnica que consiste en cultivar árboles y arbustos en macetas y controlar sus dimensiones por medio del trasplante, la poda, el alambrado o el pinzado. De esta manera, se mantienen de un tamaño mucho menor al que alcanzarían en condiciones normales y naturales. La RAE lo define así: «Planta ornamental sometida a una técnica de cultivo que im`pide su crecimiento mediante corte de raíces y poda de ramas».
Hacer un bonsái, solo trae cosas buenas
Cuando los monjes budistas introdujeron el arte del bonsái a Japón en el año 794 a.C., este siempre estuvo relacionado con la fortuna y la buena suerte. Hoy en día, si decides hacerte con un bonsái o te interesa practicar esta técnica, no solo se dice que te traerá fortuna, sino que disfrutarás de una de los formatos más bellos, originales e increíbles que pueden adoptar los árboles y arbustos. Así que, si quieres empezar, te asesoramos con los más expertos. El equipo de Compo nos cuenta todo lo que hay que saber y nos aporta sus mejores consejos para ponernos manos a la obra. Eso sí, su primer recomendación es que, para iniciarte en el arte del bonsái, es mejor adquirir primero un ejemplar ya formado. Para obtener un bonsái a partir de una semilla, hay que ser todo un profesional, lo que te recomendamos cuando lleves más tiempo practicando.
Cultivo del bonsái
Espacio destinado a su cultivo:
Los lugares soleados y sombreados parcialmente resultan ideales. Con los cuidados apropiados, los bonsáis —tanto los cultivados en macetas como los cultivados en suelo firme— se pueden transformar en árboles majestuosos.
Colocación de las plantas:
Ya que el volumen de tierra del que dispone un bonsái es muy limitado, es necesario trasplantarlo regularmente en un nuevo sustrato, un sustrato especial, de máxima calidad, que garantice el aporte de todos los nutrientes necesarios. Este será el alimento de tu nuevo ejemplar.
Cuidados de un bonsái
Riego:
Cuando haces un bonsái, su bandeja y la poda a la que está sometida la planta, deja poco volumen de tierra para almacenar el agua, por lo que resulta de obligado cumplimiento gestionar el riego con precisión. El sustrato del bonsái debe mantenerse húmedo constantemente, pero evitando el riego excesivo. Puedes regar con jeringuilla, incluso, pero siempre para conseguir este efecto de humedad, pero sin encharcamiento.
Fertilización:
Por la misma razón, al haber poco volumen de tierra, el aporte de nutrientes es escaso o pobre. Por otro lado, las hojas deben mantenerse pequeñas, por lo que el aporte de nitrógeno debe ser mínimo. Para compensar y equilibrar esta ecuación, es necesario un buen fertilizante específico para bonsáis. El contenido de nutrientes del abono de Compo, por ejemplo, responde a una formulación que toma en cuenta las exigencias peculiares de estas plantas. Como pone especial énfasis en su contenido en potasio, el fertilizante de la marca favorece el porte robusto del tronco, hojas y raíces.
COMPO Sana Bonsáis
Substrato a base de turba negra de máxima calidad, ideal para todo tipo de bonsáis, de interior y exterior.
La estructura del substrato favorece la circulación del aire, agua y abono, favoreciendo el crecimiento del cactus en las primeras semanas. El valor del pH está perfectamente adaptado a las necesidades del bonsái y favorece el máximo aprovechamiento de nutrientes por las raíces. Contiene arena de cuarzo y minerales de arcilla que aseguran una adecuada estructura física para el desarrollo de las raíces y el crecimiento de la planta.
COMPO Fertilizante Bonsáis
Contiene abono orgánico con microelementos idóneos para todo tipo de bonsáis. Posee potasio para un crecimiento sano y proporcionado, que asegura el buen desarrollo de la planta y proporciona un color verde, sano y natural a la planta. Una planta bien alimentada tiene mayor protección frente a plagas y enfermedades.