Comer y crear, todo es empezar. El huerto educativo es un espacio que motiva muchísimo al alumnado en el cole. Aprovecha todas sus posibilidades y pasa tiempo con los niños y niñas en el huerto. Te lo agradecerán siempre.
Un huerto educativo no es solo un espacio donde crecen plantas que nos dan alimento, es un lugar donde contactamos con la naturaleza de forma directa. Vemos crecer las plantas, aprendemos de las relaciones entre los seres vivos y sobre cómo formamos parte de nuestro pequeño ecosistema.
En los últimos años los huertos escolares están naciendo como hierbas por todos los rincones del territorio nacional. La necesidad de retomar las relaciones saludables con el planeta y las novedades metodológicas que se abren con este tipo de espacios están haciendo que cada vez más docentes se decanten por poner en marcha proyectos de huerto en los centros educativos. A partir del huerto se pueden estudiar las ciencias naturales, las matemáticas, tecnología, sociales, lengua, inglés… solo hace falta un poco de imaginación y otro tanto de interés para crear verdaderas maravillas educativas y hortícolas.
Laboratorio vivo
El huerto ecológico son verduras, entonces podemos trabajar con el alumnado la alimentación saludable y sostenible. También son los insectos que hacen el compost, que participan en la alimentación de las plantas bajo el suelo, los insectos que polinizan las plantas, los que se comen las plantas y los que se comen a estos últimos. Con lo que se puede trabajar los ecosistemas y los invertebrados. Es las hierbas que crecen espontáneas, el clima que le condiciona, las herramientas que se usan en él, las semillas que se utilizan y también es todo el conocimiento, científico y tradicional asociado a todo lo anterior. Es un laboratorio vivo. Además, como espacio dentro de un colegio, debe ser un sitio bonito, decorado por el alumnado que lo cuida. El huerto educativo también es arte.
Beneficios del huerto escolar
- Permite aprender los contenidos de los libros al aire libre y en contacto con la naturaleza. Estar en contacto con la naturaleza es el primer paso para aprender a cuidarla.
- El aprendizaje es mucho más significativo. El alumnado ve, toca, manipula y trabaja con lo que estudia, no se queda solo con la parte teórica del aula.
- Es adaptable a cualquier etapa educativa. Desde infantil hasta bachillerato (y más allá) se benefician del aprendizaje que permite el huerto urbano.
- Fomenta el trabajo en equipo. Es un espacio donde todos y todas trabajan en conjunto para lograr un objetivo.
- Combina el conocimiento científico con el conocimiento tradicional. Permite aplicar el método científico a la vez que se alimenta del conocimiento de las abuelas y abuelos, que suelen ser quienes más tienen que contar.
- Fomenta la alimentación saludable. Al cuidar y ver crecer las verduras, los niños y adolescentes se vuelven más propensos a probar alimentos vegetales.
- Favorece el consumo responsable. El huerto muestra el tiempo y esfuerzo que supone la producción de los alimentos, la temporalidad de estos y lo contaminante del transporte de largas distancias.
- Muestra la economía circular de la naturaleza y motiva a la reducción de residuos. A través del compostaje se aprende cómo la naturaleza reaprovecha todo y no genera residuos.
- Es un laboratorio vivo en el que pueden integrarse diferentes asignaturas.
- Es un espacio en donde la creatividad es necesaria. Tanto para la decoración como para la resolución de problemas, el huerto fomenta la creatividad del alumnado.
Ideas para poner en práctica
El huerto escolar tiene muchas posibilidades y beneficios pero, ¿qué puedes hacer en tu centro para mejorar el huerto y sacarle todo el provecho al espacio? Con algunos materiales reutilizados y buena imaginación pueden hacerse cosas maravillosas. Te damos algunas ideas:
- Compostaje con las familias o el comedor. El compostaje es una actividad inseparable del huerto ecológico, además es una actividad con un gran potencial educativo.
- Comederos para pájaros. Las aves son parte del huerto. Además, verlas y escucharlas es una actividad que relaja y gusta a todas las edades. Hay infinidad de maneras de hacer comederos con material reutilizado
- Hotel de insectos. Los insectos cumplen gran cantidad de funciones beneficiosas en el huerto. Un hotel acerca a los insectos al huerto. Y de estos se pueden aprender muchas cosas.
- Jardín de flores y aromáticas con macetas originales. Las flores y las plantas aromáticas por sí mismas son elementos decorativos que dan alegría a cualquier espacio. Pero además atraen a polinizadores y generan gran cantidad de posibilidades en la educación.
- Espacio de creatividad. El huerto no es solo un espacio donde crecen plantas. También es un sitio al que ir a leer, a pintar o realizar cualquier actividad de las que se realizan en el aula. Cuando lo diseñes, deja un espacio para poder sentarse a trabajar.
- Espantapájaros. Un elemento típico del huerto. Reutilizas ropa y trabajas las partes del cuerpo.
- Huerto vertical. El espacio deja de ser un problema. Además es una oportunidad para decorar muros grises o poco estéticos.
¡Atención!
Recuerda que está abierto el plazo para inscribirte en el concurso de huertos escolares organizado por la revista Mi Jardín y Cultivarte Agroambientales. ¡Pon en práctica estas ideas y participa!
Información de: Cultivarte Agroambientales
Puedes encontrarlos en los huertos escolares de la sierra noroeste de Madrid. www.cultivarteagroambientales.
Si quieres saber más consejos sobre huertos urbanos y escolares, no te pierdas el número 284 de tu revista Mi Jardín. Para conseguirlo, llámanos a 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
