Tras el desgaste estival, toca la época del reposo el jardín para la época de reposo. El otoño no es el final de la temporada de flores. Algunas plantas como el girasol tuberoso, el áster o el sedum pueden ofrecerte todavía bastante color, aunque necesitan algunos cuidados. Su principal amenaza es la lluvia, que puede acabar con las flores más espectaculares en un santiamén, sobre todo si llega en forma de tormenta o de granizo, algo muy frecuente en esta época. Puedes evitarles daños poniendo las que estén en maceta a cubierto y protegiendo el resto con una malla de tamiz fino o con film de plástico.
Aprovecha el otoño para limpiar
Por otro lado, si los ejemplares de tus macizos ya no dan más de sí, lo mejor que puedes hacer es extraerlos y aprovechar para limpiar el terreno. Arranca los restos de raíz, a mano o con la ayuda de una horquilla, para evitar que se pudran y se conviertan en foco de enfermedades. Si no tienen síntomas de plagas y están sanos, puedes aprovecharlos para hacer compost.
Después, retira las malas hierbas y otros residuos, remueve bien la tierra y rastrilla. Dale un repaso al suelo cuando, tras las heladas, decidas plantar nuevas especies y añádele antes abono orgánico, mezclándolo bien con la tierra.
Y por último, en cuanto a cuidados generales se refiere, reduce los riegos en cantidad y en frecuencia y suspéndelos completamente cuando llueva, salvo en los casos de ejemplares que crezcan junto a fachadas, que apenas se mojarán, o de los que cubran pendientes, donde el líquido resbala sin penetrar. Con respecto al abono, los no orgánicos estimularán el desarrollo de brotes sensibles a las heladas: mejor incorpora compost, turba o mantillo.
Más vale prevenir…
En principio las temperaturas no deberían experimentar bajadas muy bruscas todavía, y por la noche no es normal que hiele aún, aunque sí suele haber bastante diferencia entre las horas centrales del día y las de la noche. Para que tus plantas más sensibles al frío (bulbosas, vivaces) no sufran estos cambios, protege las raíces y los tallos con acolchados o periódicos viejos. Puedes recurrir a la paja, uno de los mejores aislantes que existen, o utilizar corteza triturada o acículas de pino. Más adelante es probable que necesites proteger otros ejemplares más resistentes con plásticos o cubiertas.
Revisa el drenaje para evitar charcos. El otoño es tiempo de lluvias y el drenaje del terreno cobra un mayor protagonismo.
• SI DESCUBRES QUE EL AGUA SE ACUMULA en zonas concretas del terreno después de llover, no te quedará más remedio que verificarlo, o tus plantas acabarán acusándolo. Si notas debilidad u oscurecimiento en la base del tallo de las plantas, es más que probable que las raíces hayan empezado a asfixiarse.
• SI HAY DEPRESIONES en la superficie, prueba a rellenarlas con tierra.
• SI EL PROBLEMA ES SUPERFICIAL Y se debe al agotamiento de la capa superior del terreno, añádele, mezclando perfectamente una buena dosis de arena o de materia orgánica.
• SI EL PROBLEMA PERSISTE y decides renovar el sistema, realiza zanjas en forma de espina de pescado por toda la zona afectada y entierra tuberías en ellas.
En la pradera de césped
En verano el césped sufre más que el resto del año, y a finales puede mostrar síntomas de envejecimiento. Para recuperarlo, sigue estos pasos:
1. Retira piedras, ramas, hojas y otros residuos, y corta la hierba a 1-2 cm del suelo.
2. Después rastrilla a fondo para eliminar los recortes de hierba y la capa de materia muerta y déjalo descansar unos días, regando a última hora de la tarde.
3. Cuando la hierba haya alcanzado la altura normal nuevamente, aplícale de forma homogénea un abono específico.
4. Al cabo de 10 o 15 días añade un herbicida específico para césped.
Si tienes tiempo, retira las hojas caídas a diario sobre el césped. Por mucho que decoren, estas hojas son más perjudiciales de lo que parece, ya que impiden la recepción de la luz y del aire por las plantitas, que se decoloran y asfixian, además de quedar expuestas a plagas y enfermedades. Por otra parte, una capa de hojas sobre el suelo puede ocasionar resbalones. Para recogerlas puedes recurrir a un aspirador o amontonarlas con un soplador para después embolsarlas con la ayuda de una pala. Aprovecha la ocasión para deshacerte de otros residuos, como ramitas, piedras, hierba segada o flores secas.
Cómo elegir para tu jardín el aspirador o soplador
Los sopladores de hojas son más adecuados para mover hojas y otros desechos ligeros en áreas abiertas y grandes, mientras que los aspiradores de hojas son mejores para recoger y triturar hojas y otros desechos en áreas más pequeñas y cerradas.
- Los aspectos que hay que considerar para elegir el mejor modelo de aspirador o soplador de hojas son:
- El tamaño de tu jardín y la cantidad de hojas que necesitas recoger.
- La fuente de energía que deseas utilizar (batería, eléctrica o gasolina).
- La potencia del modelo. Si necesita que el modelo tenga ambas funciones: soplado de hojas y aspirado.
- El peso de la máquina.
Los expertos de Einhell aconsejan estos modelos:
- Venturro 18/210: es un soplador, aspirador y triturador a batería con una velocidad de soplado de hasta 210 km/h y una succión de 500m3/h.
- GP-LB 18/200 Li: es un soplador a batería con una velocidad de soplado de hasta 200 km/h.
- GE-UB 18/250 Li E: es un versátil soplador a batería 3 en 1 que puedes emplear para soplar tus hojas del jardín, encender la barbacoa o aspirar tu taller u hogar con una velocidad de hasta 250 KM/h.
Todos pertenecen a la gama Power X-Change de Einhell, una batería compatible con más de 300 herramientas para tu taller, hogar o jardín.
Si quieres conocer a fondo las tareas imprescindibles para que tus plantas estén esplendorosas también en otoño y leer este reportaje al completo, no te pierdas el número 306 de revista MI JARDÍN. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es