Las plantas, cuando invaden las fachadas, logran un efecto mágico y alegre, como de casa viva, y eso no tiene precio. Pero, a veces, solo pensar en los cuidados que requiere esta decoración naturales, huimos de ponernos manos a la obra. Pero te queremos contar que hay muchas técnicas que minimizan los trabajos de mantenimiento necesarios, como es usar recipientes hidropónicos para los alféizares de las ventanas, el riego automático para alimentar a una línea de jardineras colocadas en el tejado con especies colgantes en su interior, o para regar trepadoras plantadas en el suelo junto a la pared o tiestos adosados en la fachada, llenos de plantas de toda la vida, como gitanillas, cintas, alegrías o capuchinas.
PROTAGONISTAS, LAS MACETAS
Como en un típico patio andaluz, los geranios y las petunias en maceta decoran como ninguna estas paredes. Además, cultivadas así tiene la gran ventaja de poder moverlas en invierno a un lugar más resguardado o, incluso, meterlas en casa. Aunque, por lo general, el resguardo de un patio es suficiente protección por estas fechas. Y en verano, en esta ubicación están a las mil maravillas.
¡ESTAS VAN BIEN EN CUALQUIER PARED!
- HIEDRA. Ideal para una pared sombreada sin que la llene por completo. Recurre a variedades de hoja pequeña y mediana, como Pittsburg, Hibernica o Sagittifolia. Trata preventivamente el pulgón primaveral y mejor si las plantas en macetones o jardineras para controlar sus hábitos invasores.
- PARRA VIRGEN. Dos especies primordiales: tricuspidata, con hojas de tres puntas y facultad de adherirse con fuerza a la pared; y quinquefolia, con limbos de cinco foliolos, hábito colgante y coloración otoñal maravillosa. La primera, plántala en tierra; la segunda, en recipientes sobre la azotea.
- BUGANVILLA. Es perfecta para fachadas y muros, donde es invierno es más benigno. Necesita sol (orientación de mediodía, sureste, sudoeste…); terreno definitivo (cuidado porque los recipientes enseguida se le quedan pequeños); y paramentos grandes (para disfrutar de su belleza cuando se hace grande).
- GITANILLA. O geranio de piedra, una de las especies más floríferas para jardinería colgante. Su medio ideal son las jardineras en alféizares de ventanas, barandillas de terrazas, aleros y cornisas de chalés. Los inviernos duros pueden con ella, así que es mejor que le busques una orientación bien soleada.
- GLICINA. Con flores en racimo péndulo, azules o blancas, es ideal para pérgolas y muros de cerramiento. Si la utilizas en fachadas, instala una celosía previa, para contener su gran peso y empuje. No la enredes por mallas, rejas o telas metálicas porque las deformará.