Este mes de febrero el frío nos da una pequeña tregua, y empezamos a ver la luz del amanecer antes y que los días duran un poco más. Por eso, si has dejado un poco abandonado el jardín, es un momento ideal para retomar las buenas costumbres. Te dejamos aquí algunas de las tareas imprescindibles para esta época del año. Entre ellas, el abonado es imprescindible.
GUIÑO A LA PRIMAVERA
Anticípate a la primavera, que está al caer, y llena tu jardín y tus recipientes con anuales y vivaces que florecen incluso con frío, como bellis perennis, arábides, prímulas, violetas, gazanias, ranúnculos y aubrietas entre otras muchas. Plántalas si el terreno no está helado ni encharcado y dota a sus pies de un buen acolchado.
BAJO PROTECCIÓN
Si el terreno no es apto todavía, aprovecha para sembrar a cubierto, en interior o en un invernadero. Ventila los semilleros en días soleados al menos durante un par de horas, dependiendo de la temperatura exterior, con el fin de renovar la atmósfera e impedir la condensación del agua al atardecer.
DIVIDE LAS MATAS
Si cuentas con ejemplares de phormium, bergenia, nepeta o cualquier otra herbácea perenne rizomatosa, que se encuentren congestionados en el jardín, no dudes en dividir sus cogollos y rizomas. Aprovecha para deshacerte de lo más viejo, y el resto sepáralo en varias partes y planta cada una de forma independiente.
SUELO BIEN ABONADO Y SUSTRATOS
Del abonado va a depender el buen aspecto del jardín durante todo el año, y además, que puedas disfrutar con producciones abundantes de, por ejemplo, rosas, si hablamos de flores, o manzanas, si lo hacemos de cosas de comer. Así que busca una buena partida de mantillo o estiércol muy hecho en las huertas cercanas, o compra sacos de sustrato orgánico adecuado, llamado recebo, en el vivero. Espárcelo a razón de 5 kg por metro cuadrado en el césped, macizos de vivaces, bases de arbustos y suelo de la huerta. Y por último, echa una buena palada, o dos, en cada alcorque de tus árboles aislados y cada metro lineal del seto perimetral. Remueve la tierra y los sustratos y deja que se asiente al menos un mes antes de incorporar tus variedades de flor.
FÓSFORO Y POTASIO
Un abono rico en estos dos elementos es imprescindible para las especies que ya están poniéndole color a tu jardín. Lo es para que sigan floreciendo tan profusamente como hasta ahora lo hacían. Eso sí, vigila también por si empiezan a despertar las plagas que han estado dormidas este invierno. Lo hacen ávidas de savia y tejidos vegetales.
Y no te olvides de:
- Tratar con aceite mineral los árboles y arbustos caducifolios.
- Realizar una poda de fructificación a los árboles frutales.
- Plantar coníferas y arbustos perennifolios.
- Del invernadero, abrir puertas y ventanas si los días empiezan a ser templados.
Si quieres saber acerca de cómo abonar este mes u otros consejos y tareas para hacer en tu jardín durante el invierno, no te pierdas el número 314 de la revista MI JARDÍN. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
