Cuídalas para que vivan todo el año
Las flores perennes son las vivaces, que florecen año tras año y que duran más tiempo. Aún así, con las primeras heladas desaparecen en parte. Son un capítulo importante en el diseño de tu jardín, y si las vas a plantar ahora, tendrás que darte prisa antes de que llegue el frío, para darle tiempo a que se establezcan bien sus raíces.
Plántalas por separado o combínalas en parterres con arbustos, bulbos, anuales, trepadoras e incluso árboles. Además de aportar una larga floración, las perennes también ocultan el follaje marchito de los bulbos y sirven como telón de fondo para respaldar a anuales que se enredan, apoyan o trepan por ellas.
Otra tendencia es usar perennes como sustitutos de otros elementos del paisaje, como setos. Grandes perennes como ave del paraíso y el falso índigo, sirven en muchos casos como pequeños arbustos porque llegan a alcanzar su tamaño adulto más rápidamente que estos y pueden jugar este papel durante uno o dos años. Por ejemplo, puedes plantar hibisco resitente, helenio, miscantus o eulalia, y mijo como si fueran setos. Las plantas más pequeñas como azucenas, lirios de los valles o geranios silvestres pueden hacer una doble función como cubresuelos, incluso en las abandonadas esquinas de un terreno.
4 CUIDADOS BÁSICOS DE LAS PERENNES
Después de elegir las plantas que se adaptarán bien al clima y al jardín, proporcionales el agua que necesiten. A continuación sigue estas sencillas tareas y tus perennes crecerán bien.
Mantillo. Aplica una capa de 2 a 5 cm de grosor de hojas trituradas, compost o cortezas trituradas entre las plantas. Hará milagros, refrenará las malas hierbas y ayudará a las plantas a soportar las temperaturas menos cálidas.
Abono. La mayoría de las perennes crecen mejor en suelos ricos en nutrientes. Usa tu abono favorito, orgánico o sintético, y fíjate bien que sea específico para el otoño.
Arreglos. Corta regularmente las flores marchitas antes de que se desarrollen las semillas para que vuelvan a florecer. Hay otras perennes, como algunos sedos, que tienen bonitas cabezas de semillas que puedes dejar en su lugar.
Protección. Cuando el tiempo esté más frío, cubre las plantas tiernas con ramas podadas de hojas perennes que retendrán la nieve, aislarán y protegerán las plantas del viento.