Cuando hablamos de margaritas, siempre pensamos en «me quiere, no me quiere», la eterna pregunta de los enamorados… No quiero destripar el resultado previsible, pero teniendo en cuenta que el número de lígulas –ojo, no son pétalos sino flores modificadas, los falsos pétalos de las margaritas– se rige por el número de Fibonacci: secuencia en la que cada número es igual a la suma de sus dos anteriores (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13…), está claro que es mucho más fácil que tu margarita posea un número impar de pétalos. Así que si empiezas por «me quiere», casi siempre te querrá tu amada o amado… Bueno, al grano, matemáticas aparte, te traemos aquí la margarita más bella (con pétalos pares e impares, mucho cuidado). Son las gazanias, que es un lujo para los ojos.
Texto: Pepe Plana
Fotos: Covadonga Gala e iStock
Como puedes deducir por el curioso comienzo de este artículo, las gazanias pertenecen a la familia Compuestas o Asteráceas.
> COMPUESTAS porque lo que contemplamos como una flor de las componentes de esta familia, es en realidad multitud de flores con diferentes cometidos. Así, algunas se han modificado como falsos pétalos denominados lígulas, y otras se hallan en el cogollo de la falsa flor efectuando función de flor clásica, atrayendo insectos a su seno y facilitando la polinización y multiplicación de la especie.
> ASTERÁCEAS porque el buque insignia de la familia, su género primigenio es el áster (Aster), pequeñas y numerosas margaritas de otoño con coloraciones en todas las gamas de azules muy características.
Otras componentes de esta popular y empleadísima familia en jardinería son caléndula (Calendula officinalis), margaritón (Leucanthemum máximum), margarita de tintorero (Anthemis tinctoria), margarita del Cabo (Dimorphoteca ecklonis), agatea (Felicia amelloides) y tantas y tantas otras, como podrían ser senecio, centaurea, bidens…
Las compuestas son tan importantes y numerosas en botánica que se distribuyen a todo lo largo y ancho del mundo. Pueden encontrarse margaritas en los trópicos, en las tundras, en las sabanas, en las regiones árticas… Desde luego las campiñas españolas se llenan de estas especies en cuanto estalla la primavera, por ejemplo, la gran mayoría de cardos de las estepas son Asteráceas…
Pero las gazanias son otra cosa
Como puntos a favor, las gazanias son la sublimación de la belleza. Sus corolas son dobles, multicolor, en relieve, brillantes… Como puntos en contra… ¡son frioleras! Así que son sobre todo para zonas climáticas templadas, todas nuestras costas, interiores cálidos, etc. Además, sus flores se cierran si no inciden sobre ellas los rayos del sol… y no duran mucho.
Los macizos de gazanias en ambientes cálidos forman verdaderas praderas tupidas, coloristas, alegres… En ambientes extremos o continentales, será mejor cultivarlas como especies anuales de flor, alegrando macizos primaverales y estivales. También se pueden adoptar como especies de balcón, terraza o alféizar. Corolas lisas, en amarillo, jaspeadas en blanco y pardo, rojas, o incluso blancas con orlas rojas… todo es posible con estas flores únicas. En regiones cálidas, sin inviernos fríos (por debajo de -3 ºC sufren mucho y a -5, mueren), las gazanias se comportan como vivaces perennes de ciclo corto. Pueden embellecer los macizos durante 4-5 años. Después tocará replantar, pero preferiblemente en otro lugar del jardín para ponérselo difícil a las plagas endémicas.
GUÍA MULTIUSOS
Son tantas las posibilidades de decoración con gazanias… Vamos a enumerar algunas de ellas, que, además, puestas en combinación, pueden sacar todavía más partido a tu jardín, a tu casa, ¡a tu vida!
> MACIZOS EN LA PRADERA.
A pesar de tratarse de una especie que soporta bien la insolación y una cierta sequía, lo cierto es que en medio de una pradera de césped la gazania rinde el máximo en decoración y efectividad vital. Logra manchas de vegetación tupidas, rastreras, llenas del color de sus flores. Muy aconsejable.
> PRADERAS DE GAZANIAS.
Pero si quieres recurrir y aprovechar su faceta tapizante (eso sí, impisable), por qué no crear una pradera únicamente de gazanias. Conseguirás cubrir terreno de una forma original y muy inteligente, ya que deberás regar poco, no precisa siegas ni recortes. Si acaso retirar de vez en cuando flores secas.
> ROCALLAS.
Como especie montana, casi rupícola, en los intersticios de las piedras de una rocalla, la gazania funciona a las mil maravillas. En la costa medra y medra, en el interior, ya sabes que deberás reponerla cada año porque las heladas pueden con ella.
> TERRAZAS, BALCONES, VENTANAS…
Y también como planta de interior. Como la gazania es una especie muy doméstica, muy casera, puede estar junto a ti en diversos enclaves, y siempre que no le falte el sol o una iluminación 10, feliz. Aprovéchala para instalar jardineras de balcón y ventana. E incluso crea un centro de mesa para tu pérgola al sol-sombra.
CUIDADOS BÁSICOS
LA PLANTACIÓN. En el mes de mayo
Es muy importante que las gazanias recién plantadas no pasen frío. Abril es el mes característico de las traicioneras heladas tardías, alcanzándose normalmente en algunos días del mes temperaturas cercanas a los cero grados, sobre todo en las regiones del interior. Planta las gazanias en mayo, si no quieres perder la partida, incorporando después un copioso riego de asiento.
EL EMPLAZAMIENTO. Que no falte sol
Un mínimo de 4-5 horas diarias de sol es importante para la buena floración de las gazanias. El pleno sol queda admitido, pero si les das un descanso diario, quedando sombreadas, por ejemplo, a media tarde, mucho mejor.
EL TERRENO. Fértil y poroso
Esta especie vivaz, pero anual en regiones frías, tiene que realizar todo su ciclo vital en pocos meses, así que conviene que le des un suelo bueno de solemnidad. Lo ideal es una tierra vegetal bien suelta y abonada con materia orgánica. Verifica, asimismo, que el drenaje va a funcionar de manera perfecta para evitar pudriciones.
EL RIEGO. Que no falte la humedad
No te fíes de la apariencia de sus hojas velludas y autosombreantes. En realidad, la gazania no desprecia
los riegos frecuentes que permiten mantener un nivel de humedad elevado en sus macizos. Los sistemas de goteo, programados a poco tiempo de riego, pero diario, resultan ideales.
LA MULTIPLICACIÓN. Por semilla, pero…
Recolecta tus semillas de gazania a final de verano desde las flores secas, y ponlas a germinar en bandejas en el invernadero o los alféizares de tus ventanas. Cuando ya sean grandecitas, con capacidad para sobrevivir, las puedes llevar en primavera hasta el macizo de flores o la parcela de hortalizas donde instalarás las plántulas en una acción que se denomina repicar.
Si quieres saber todas las características y los cuidados que necesitan las gazanias, de la mano de Pepe Plana, no te pierdas el número 294 de tu revista Mi Jardín. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
