Imprescindible, la Reina del jardín, la número 1, la flor de las flores, la más vendida… no hay jardín, terraza ni balcón que se resista a ella. La rosa es todo esto y mucho más, sobre todo si recibe atención. Por eso, aquí te contamos cómo mimar tus rosas.
Siempre se dice que las rosas son imprescindibles en cualquier jardín. Y es verdad, sobre todo por todas las posibilidades que permiten su cultivo y por su gran variedad. Las rosas, además de fáciles de plantar y cuidar, pueden crecer y embellecer de muchas maneras. Por ejemplo, ¿sabías que los rosales son estupendos como setos? Pues sí, porque cuentan con tales aguijones (tallos modificados, no confundir con las espinas de los cactus, que son hojas modificadas), que para ellos impedir el paso a extraños es coser y cantar, del mismo modo que revestir el jardín con el color de sus flores resulta todavía mucho más fácil. Pero, además, las rosas pueden darte muchas más opciones, según su localización y el tipo de ejemplar que elijas.
Reja del lindero principal: rosa trepadora
Normalmente, el lindero interior del jardín, el que da a la calle de la urbanización, siempre está vestido con lo mejor. Lo clásico es la reja de hierro forjado sobre muro de mampostería. Si dejas discurrir sobre este soporte los vástagos floridos de rosales trepadores, será el mejor complemento para ella; será como recibir a tus amigos con flores.
Separación de ambientes: arbustiva
Qué mejor para la transición entre dos rincones del jardín que un grupo de rosas arbustivas que obligue a dar un rodeo. Estos rosales gigantones, en ocasiones hasta con ramilletes de flores, alcanzan el metro y medio con facilidad y solo pierden la hoja 3-4 meses al año.
Macetas en barandillas: miniatura
De verdad que las rosas mini son como las grandes, pero te permiten su disfrute en pequeñas macetas y lugares angostos. Todas provienen de la rosa china enana Rosa chinensis mínima. Plántalas en jardineras (no más de 3 por recipiente de 60 cm) y sitúalas en la barandilla o en los alféizares de las ventanas.
Borduras: miniatura
Las borduras enmarcan, protegiendo y realzando, los macizos del jardín. Son setos bajos sin misión aislante de vista. Si acaso, deben ocultar la base de las integrantes del parterre para que no se descubra posibles malas hierbas o acolchados defectuosos. Las rosas mini son inmejorables para este cometido, sustituyendo con eficacia a solemnes primeros espadas, como romero, santolina, boj…
Un gran espacio al fondo: arbustiva
Las rosas arbustivas no se caracterizan por su calidad individual, sino por su efecto de mancha de color a lo lejos. Por eso, te aconsejamos que las sitúes al fondo de tu rosaleda, tal vez a los lados de la arcada de trepadoras, tal vez como cerramiento del área. En este apartado se encuentran maravillosas rosas antiguas que siempre confieren elegancia y clasicismo a la rosaleda.
Jardineras en los lados: trepadora
Una de las claves para disfrutar de las rosas en una terraza o un patio es situar ejemplares trepadores en jardineras o grandes macetas, a ambos lados. Sujetos con cordón algo flexible a clavos en la pared, el único cuidado anual es podarlos cada final de invierno, dejando únicamente las guías principales.
Una arcada o pérgola: trepadora
Es la mejor forma de mostrar esta maravilla de flores a tus invitados y a ti mismo. Como ejemplares trepadores, usa mejor silvestres o rosas antiguas, como banksiae (en la foto) o wichuraiana, que situadas en estructuras verticales, como arcadas de hierro o pérgolas de madera, llenarán de gracia y movimiento tu espacio dedicado a las rosas.
BÚSCALE UN SITIO EN TU TERRAZA
¿Vives en la ciudad y solo tienes un pequeño jardín, balcón o terraza? No renuncies a nuestras protagonistas y cuenta con un minirosal, como el rosal ZEPETI® Meibenbino de Meilland. Constantemente en flor de mayo hasta la llegada
de las heladas, este pequeño rosal sorprende por su resistencia y su constante renovación de flores agrupadas en ramilletes. En forma de arbusto enano, denso y compacto que alcanza unos 30-40 cm de altura, conserva su follaje verde oscuro intenso incluso en zonas de inviernos templados.
Cuidados de tu rosa favorita
*Prefiere la sombra parcial o pleno sol.
*Riega de forma regular para una larga floración.
*Si pierde las hojas por el calor, poda unos 10 cm para una nueva brotación y posterior floración.
*Un aporte de fertilizante líquido en verano le beneficiará, pero tampoco es necesario.
*Resguarda del frío solo si la temperatura en la terraza desciendo por debajo de los -10 °C.
En Instagram: @rosesmeilland
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