Los espacios de paso exterior, al ser lugares reducidos y habitualmente con sombra, pueden plantear muchas dificultades en cuanto a su aprovechamiento. Pero con un diseño adecuado y entendiendo que cada lugar tiene su propia personalidad, pueden convertirse en la vista favorita de tu jardín o, en este caso, la terraza. Nos lo cuenta la paisajista Cristina Nistal.
Los lugares pequeños, estrechos o con poca luz pueden resultar indiferentes cuando no se les ha prestado la atención necesaria en cuanto a su diseño. Sin embargo, todos los espacios, incluso los aparentemente insignificantes y llenos de sombra, son únicos y especiales, y pueden aportar belleza y calidez. Todos ellos son necesarios y, dándoles la importancia que merecen, tienen el potencial de ser mágicos.
De piso umbrío a espacio verde
A la hora de plantear este diseño, encontramos un espacio estrecho, sin luz y con mucha sombra, pero al que todas las estancias tenían un acceso visual. Por ello, era importante transmitir ese sentimiento de pertenencia en un entorno natural –a pesar de estar en un piso–, y que la vegetación pudiera formar parte de cada una de las habitaciones.
Al tratarse de un espacio con escasa luz natural, la idea del proyecto fue crear un bosque de sombra, con vegetación muy verde y propia de ambientes húmedos. Las jardineras de obra, integradas en el suelo de la terraza, nos permitirían crear la sensación de que la vegetación crece del suelo colonizando el espacio. Para ello era importante la elección de plantas de hoja grande, como heucheras, aralias, acantos, helechos y aspidistras, de forma que la línea entre el suelo y la jardinera desapareciera, rompiendo con los límites de las mismas para ofrecer un aspecto más natural.
En esa búsqueda de crear la sensación de bosque y llenar el espacio de verdor, se cubrieron de trepadoras las celosías (hiedras mini y akebias) que cerraban la estrecha terraza.
Un jardín muy visual
Este espacio fue concebido para la contemplación, para transmitir el frescor de la vegetación, llenando los espacios interiores, y crear una vista que permita a las personas que lo viven evadirse del mundo y entrar en un espacio natural. La experiencia en esta terraza invita a buscar el recogimiento y el desahogo visual. Además, permite la interacción mediante paseos, por este pequeño bosque, acercando una experiencia de inmersión en la naturaleza, en el día a día de sus usuarios.
Sacar partido al espacio
A la hora de aprovechar bien un espacio estrecho es importante considerar cuál va a ser su utilidad, si va a ser más visual, o si se quiere construir una zona de estancia. Si bien una cosa no quita la otra, tener clara esta idea nos ayudará a plantear cuál va a ser la presencia de la vegetación, y concebir los espacios para que respondan a las necesidades. En este caso, la prioridad fue potenciar las vistas, convirtiendo un espacio estrecho en un lugar de contemplación.
El jardín planteado en este diseño permite el uso de especies bajas, de plantas que nos transportan a ambientes más naturales, a los olores de la tierra. Tanto en jardineras, como en el suelo o en macetas, se pueden crear preciosas composiciones de plantas en zonas oscuras que antes pasaban desapercibidas, aportando color y transformando la experiencia de ese espacio en bienestar. De todos los espacios, a veces los más pequeños pueden ser los más especiales.
CRISTINA NISTAL
Arquitecta y paisajista, está especializada en el diseño de todo tipo de espacios exteriores desde su estudio en Madrid. Cristina Nistal: Arquitectura y Diseño del Paisaje
estudio@cristinanistal.com / Teléfono: +34 648 62 92 08 / www.cristinanistal.com
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