Las trepadoras igual adornan vallas o arcos, que ocultan zonas poco estéticas. Pero, para ello, necesitan soportes adecuados y cuidados específicos. Te decimos cómo sacarles el mejor partido.
1. COLOCA SIEMPRE EL SOPORTE ANTES DE PLANTAR
Así, evitarás golpes al ejemplar. Después sujeta los tallos al soporte, en intervalos regulares, con tiras de plástico o cuerda, asegurándote de que las ligaduras están tensas, pero sin que estrangulen a la planta.
2. PIENSA EN EL DESARROLLO FUTURO
Las trepadoras lo mismo adornan un muro que lo deterioran. Las de mayor porte, como la hiedra, glicina o buganvilla tienen fuerza para romper cimientos débiles. Su mayor peligro es cuando se ponen junto
a muros, escaleras o rejas de una casa. Evita plantar enredaderas capaces de agarrarse por sí solas contra soportes mal asentados. Pueden deteriorar el muro y habrá que quitar la trepadora.
3. NO LA PEGUES AL MÁXIMO
Al adosar un soporte a una pared debes separarlo un poco para facilitar el enroscamiento de tus plantas y la circulación del aire. Asimismo, planta a cierta distancia del muro para que puedas eliminar las hojas secas cada temporada. Además, si la planta no puede enroscarse por carecer de zarcillos o raíces adherentes, tienes que adecuar el sitio justo para poner soportes y hacer las ataduras de los tallos.
4. ELIGE BIEN EL SOPORTE
Hazlo en función del tamaño, modo de sujeción y desarrollo de la planta. Deberá ser más resistente y sólido cuanto mayor y más voluminosa sea la trepadora. Existen varios tipos: tutor de musgo, para las especies de raíces aéreas; de aros de alambre, para las de varios tallos, o trípodes de cañas de bambú. Para plantas muy pesadas apuesta por soportes mas fuertes: de hierro, hormigón o madera, bien anclados.
5. CUIDADO CON EL PLENO SOL
Las trepadoras necesitan buena iluminación, pero en casi ningún caso toleran el sol directo, sobre todo las de interior. Hay algunas que admiten cualquier exposición, como la madreselva, que igual trepa por un muro soleado que por un árbol en sombra. El Ficus pumila solo soporta la umbría total. Mientras, clemátides, jazmines u hortensias petiolaris prosperan en un ambiente de sol-sombra.
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