No todas las plantas se propagan por esquejes, pero aprovecha esta época (y este artículo) para saber de cuáles necesitas solo un ejemplar del que poder sacara esquejes y replicar tus plantas favoritas. El equipo de COMPO nos explica que esta técnica para multiplicar tus plantas es la forma más fácil de obtener muchas plantas jóvenes nuevas en un corto período de tiempo. Pero tiene otro beneficio: puede suponer la preservación de las propiedades de tus plantas favoritas.
Los esquejes permiten obtener una copia genética exacta de la planta madre: prácticamente se clona. Entonces, si hay una hortensia que se siente realmente cómoda en la tierra de tu jardín, ¡puedes amplificar esta condición, con más flores iguales!
Antes de embarcarte en tu primer intento, espera al momento adecuado. Es importante tener en cuenta que si un pequeño brote de tu planta tiene suficiente energía para formar nuevas raíces por sí sola, esta debe de haber estado en plena savia de antemano. Por lo tanto, el mejor momento para cortar los esquejes de la planta madre suele ser ahora mismo, entre mayo y junio.
¿Cómo se sacan los esquejes?
Sigue estos cuatro pasos que te enseña COMPO para que obtengas los mejores resultados, y tus plantas estén fuertes, sanas y muy bonitas.
1 Selecciona la planta
Fíjate en que la planta madre se encuentre en perfectas condiciones. Es mejor elegir brotes frescos de uno a tres años como esquejes para que se arraiguen bien posteriormente. unos brotes más añosos pueden tardar más en formar raíces.
2 Poda y planta
Corta algunos brotes jóvenes de entre unos 10 a 15 cm de largo, con hojas sanas. Es mejor limpiar con cuidado la parte inferior antes de plantar. De lo contrario, existe el riesgo de que se pudran en la tierra para macetas. Elimina las hojas demasiado grandes, capullos y flores del esqueje, porque este pequeño tallo de la nueva planta no podrá mantenerlos ni nutrirlos. Una vez hecho todo esto, prepara los nuevos esquejes para ponerlos en macetas pequeñas con tierra. Asegúrate de que esta sea la adecuada para ellos y garantice el desarrollo lento y sano de las nuevas plantas.
3 Agua, luz y a esperar
Mientras la planta aún no tenga raíces, tú deberás suministrar la cantidad de agua adecuado. Esto es, la tierra siempre húmeda durante las primeras semanas. Un lugar en un vivero o en el alféizar de la ventana serán ideales para colocar las macetas. Como regla general, evita que los los esquejes tengan luz solar directa y también que se toquen entre sí en las macetas, ya que podrían adquirir hongos o enfermedades.
4 ¡Llegó el momento de trasplantar!
Cuando los esquejes empiecen a formar nuevos brotes después de unas semanas es la señal de que se han formado raíces, por lo que vas por buen camino. Espera una o dos semanas más hasta que la planta se haya vuelto un poco más fuerte, reduciéndole lentamente la humedad y ventilando bien. Una vez que la planta se haya acostumbrado al clima normal de la habitación, puedes trasladarla a una maceta más grande con una tierra rica en nutrientes. Para moverla a contenedores más grandes tendrán que pasar algunos meses antes de que la planta sea lo suficientemente fuerte. Desafortunadamente, no todas las plantas logran desarrollarse desde esquejes, por lo que es buena idea conocer cuáles son las plantas que mejor se multiplican por esta técnica.