El sustrato de cultivo es el medio donde se desarrollan las raíces de las plantas y su soporte físico, permitiendo una buena fijación (anclaje) de las plantas. Además, debe garantizar el suministro de nutrientes, tanto micro como macronutrientes, así como aire y agua suficientes para lograr un buen desarrollo vegetativo. Es importante distinguirlo de la tierra o de cualquier medio sólido diferente al suelo natural. El sustrato se refiere a fabricados a base de una o diferentes materias primas.
En función de las características de estas y de las mezclas que se utilicen en la preparación de los sustratos, existen distintos tipos de productos. Algunos tienen aplicación más general (universales) y otros más específicos, adaptados a las necesidades de diferentes grupos de vegetación. Es el caso de los sustratos para las orquídeas, las plantas acidófilas o los cactus, por ejemplo.
Los sustratos universales se pueden utilizar para el cultivo de la mayoría de especies de uso común en jardinería y horticultura. Este tipo de mezclas deben garantizar un adecuado suministro de aire y agua además de otras características agronómicas necesarias para un sano desarrollo.
Un sustrato muy nutritivo y ecológico
El Sustrato Universal J-2 ecológico, de Burés, además de su buena capacidad de retención de agua y elementos nutricionales, ofrece un excelente drenaje del medio. Esta característica permite evitar el riesgo de asfixia. Una retención excesiva de agua en el sustrato acaba dañando las raíces y aumenta el riesgo de enfermedades radiculares provocando problemas de podredumbres por hongos. La porosidad y facilidad de manejo del Sustrato Universal J-2 son también indicadores de la calidad del producto. Este sustrato absorbe bien el agua entre riegos y dispone de un notable nivel nutricional, pues está enriquecido con fertilizantes organo-minerales ecológicos.
Para un trasplante perfecto
Para garantizar con éxito el trasplante, además de escoger bien el sustrato, es imprescindible situar la planta en su entorno más adecuado. Así mismo, conviene no olvidar el drenaje en macetas y jardineras. Bastará con poner una fina capa de gravillas, puzolana o arcilla expandida en la base del contenedor. Además, es importante tener en cuenta un calendario de riegos regular adecuado a la planta y situación. La idea es que permita el aporte de agua y nutrientes de forma gradual para lograr así un buen crecimiento.
