Descubre es esta entrega con qué plantas de interior puedes contar ahora que hace tanto frío fuera, y se está tan calentito dentro. La calefacción es un riesgo, salvo si prestas atención a estos consejos.
Lo primero, sentemos las bases: una planta resistirá cerca de un radiador solo si recibe a diario una buena pulverización, o si colocas un humidificador que refresque el ambiente. Lo mejor es tomar unas medidas básicas y fáciles, además de rociar las hojas, como por ejemplo mantener el sustrato húmedo sin que esté encharcado, situar la planta en un lugar iluminado sin que reciba el sol directo y limpiarla a menudo de polvo.
Hay fuentes de calor que las plantas toleran mejor. Por ejemplo, los radiadores eléctricos de inducción o los de agua. Evita los de aire caliente (resecan mucho) y los de resistencia eléctrica si el ejemplar está muy cerca. Con calefacción central, elige radiadores grandes.
AECHMEA
La aechmea (como la guzmania, la vriesia o el nidularium, todas Bromeliáceas) tienen cuatro características clave.
1 Es de cultivo fácil en interiores bien iluminados.
2 Hay que regarla en el cogollo y las axilas de las hojas, cambiando el agua 2-3 veces al mes.
3 Después de la larga floración muere, aunque antes produce retoños.
4 Ama las altas temperaturas y la alta humedad.
SANSEVIERA
Si hay una planta de interior dura, dura, esa es la sanseviera o lengua de suegra. Resiste bien los enclaves mal iluminados, la falta de riego (¡hasta un mes!) y, lo que aquí nos ocupa, las atmósferas calientes y resecas. Por esto mismo, prefiere no ser rociada y no hay que vigilar la humedad ambiental. Tanto es así que, si quieres acabar con ella, solo tienes que regarla normalmente.
KENTIA
Dureza y longevidad hacen de esta palmera una planta súper. Y para ayudarla a serlo por mucho tiempo, anota: no la encharques, morirá; a pesar de tolerar ambientes secos, rocía su follaje con agua tibia y blanda; límpiala de polvo de vez en cuando (la cerveza a temperatura ambiente da buen resultado); no la ilumines en exceso; y cuidado con la cochinilla, es muy sensible a ella.
FILODENDRO
El filodendro es feliz en atmósferas calientes y húmedas, lo que se consigue con pulverizaciones frecuentes de agua tibia. Necesita riegos regulares y profusos, aunque agradecerá un descanso invernal, luz de calidad indirecta para que sus hojas no sean cada vez más pequeñas, y temperaturas de entre 16 y 20 °C. Sitúalo en un macetón espacioso, entutorado en turba.
CHEFLERA
Dentro de casa no llega a ser ni la sombra del árbol majestuoso que podemos ver en su Australia natal, pero es una gran planta. Gran planta por su porte y gran planta por su calidad: dura, brillante, amante de la buena iluminación y del buen drenaje, y muy adecuada como ejemplar aislado. Le gusta el calor, claro, tanto que, si en invierno descienden mucho las temperaturas nocturnas, pierden las hojas (16-20 °C). Por cierto, también las pierde si no pulverizas agua tibia al follaje. Ya sabes…
Pulveriza con agua tibia
El calor seco (propio de la calefacción de las casas) es uno de los principales enemigos de la mayoría de las plantas de interior, incluso de las que, como estas que te presentamos, toleran sin problemas la proximidad de fuentes de calor. Si no dispones de un humidificador que te ayude a combatir el problema, la mejor solución es realizar pulverizaciones frecuentes con agua tibia y blanda sobre tus ejemplares. También te ayudará colocar un recipiente con agua cerca de ellos.
Si quieres saber más acerca de los cuidados que requieren las plantas de interior en invierno, sobre todo, cuando hay calefacción en casa, no te pierdas el número 308 de la revista MI JARDÍN. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es