Las plantas aromáticas no solo te permiten armar un rincón lleno de deliciosos colores, texturas y olores en tu casa. Te animamos a sacarle partido a estas plantas frescas ya que muchas tienen usos medicinales, cosméticos y culinarios. Para aprovechar al máximo sus propiedades, es indispensable conocer las diferentes y variadas formas de prepararlas. ¿Estás listo para tener al alcance de tu mano todas las plantas que curan?
Cómo conservarlas en casa
Puedes poner cada especie en una maceta y juntar luego todas, por ejemplo, en el alféizar de la cocina o en un patio. O bien agrupar varias especies en una sola jardinera. Es importante que reciban luz de calidad y suficiente ventilación, así como que controles la humedad del sustrato cada día y riegues a conciencia cuando se sequen. Además, conviene que las replantes cada primavera para que no pierdan propiedades. Elige variedades que crezcan lentamente, sin olvidar que también resulten vistosas porque, al fin y al cabo, van a decorar tu hogar. Salvia morada, melisa, manzanilla romana, tomillo y menta son magníficas. Coloca las más altas en la parte posterior de la jardinera y las que cuelgan, cerca del borde.
FORMAS DE PREPARARLAS
Infusión
Se realiza vertiendo agua hirviendo sobre la parte de la planta (hojas o flores frescas o secas) y dejando que repose un tiempo. Es importante tapar para que no se evaporen los principios activos.
Decocción
Se utiliza con materiales duros como
la corteza, las raíces o los frutos. Se introduce la parte (30 g de planta seca o 60 g de planta fresca) en agua fría (750 ml), se calienta hasta la ebullición y se cuece a fuego lento 20-25 minutos.
Maceración
Se mezcla la planta triturada con agua (fría o caliente, según el tipo de maceración que pretendamos) y se deja 6-12 horas, removiendo de vez en cuando..
Extracto
Consiste en extraer el jugo del material mediante el escaldamiento rápido y la inmediata presión del mismo mediante una pequeña prensa o exprimidor.
Compresa o cataplasma
Se empapa una infusión o decocción en un paño de algodón y se aplica sobre la zona afectada bien caliente. En la compresa hay que colar la parte de planta empleada para hacer la infusión, y en la cataplasma no se hace.
EMPIEZA TU JARDÍN MEDICINAL CON ESTAS
EQUINÁCEA. Disponible todo el año, de ella se utiliza la raíz. Combate infecciones respiratorias, cistitis, acné y cura las heridas.
MANZANILLA. Se recolectan sus ores en verano para usarlas en seco. Favorece la digestión y reduce la formación de gases. También para tratar la gingivitis.
SALVIA. Se usan las hojas, que se secan en mayo o junio a la sombra. Es buena para tratar dolencias de la boca y garganta. Y para disminuir la atulencia.
MELISA. Su parte aérea se usa fresca o desecada a la sombra. Es buena para aliviar los trastornos digestivos asociados al estrés. Es antitérmica y regula la tensión.
CALÉNDULA. Sus ores o pétalos se recolectan en verano. Sirve para tratar erupciones cutáneas y heridas. También alivia el dolor menstrual y regula el ciclo.
LAVANDA. Se recolectan sus ores a principios del otoño. Se usa para tratar el dolor de cabeza, la depresión y el agotamiento nervioso. Es relajante y antirreumática.
ROMERO. Disponible todo el año. Estimula la circulación del sistema nervioso. Es también un buen digestivo y alivia los dolores musculares.