El agua es un bien escaso y un recurso fundamental para el desarrollo de las plantas. Por eso su gestión en el huerto es muy importante. José Manuel Pérez, de Laderas del Naranco, nuestro jardinero experto, nos da unos consejos para regar las plantas correctamente.
Las buenas prácticas de riego implican regar los cultivos de manera eficiente, tanto en calidad como en cantidad de agua sin desperdiciar ni una gota. Un exceso de agua en el riego puede llegar a causar pudrición en las raíces. Por eso, se debe adaptar la dosis de agua a cada planta en función de sus necesidades, tamaño y época del año.
El agua de lluvia es la mejor agua para el riego de las plantas ya que no contiene ni cal ni cloro, y al caer sobre los cultivos ayuda a limpiar las hojas del polvo del ambiente y, además, penetra en la tierra con más profundidad arrastrando los nutrientes del suelo hacia las raíces.
Para captar agua de lluvia y poder utilizarla para regar las plantas, se pueden instalar depósitos que nos ayuden a recoger el agua de la lluvia para utilizarla después en los cultivos. De esta manera aplicamos agua de calidad a las plantas sin coste añadido, aprovechando al máximo los recursos naturales.
CÓMO REGAR DE FORMA EFICIENTE
Según el jardinero experto, si tenemos un jardín pequeño, podemos utilizar el depósito para abastecer las regaderas. En extensiones grandes, acoplando una bomba de superficie podemos conseguir presión suficiente para llevar el agua de un punto a otro con una manguera o con un sistema de aspersión o difusión. Ten en cuenta que los difusores tienen menor alcance que los aspersores y aportan una cortina de agua constante. En cambio, los aspersores permiten regular el alcance del agua en 360°.
Si quieres plantar kiwis
En el caso de cultivos grandes que tienen una estructura de apoyo, como las cepas de vid, se puede añadir un sistema de riego por goteo o por aspersión para realizar la tarea con más facilidad y precisión. En el caso de las plantas de kiwi, por ejemplo, el jardinero experto nos recomienda que una buena idea es combinar ambos sistemas, ya que el goteo cerca del tronco mantendrá la humedad de las raíces, y un sistema de aspersores cerca de las hojas, mantendrá la humedad en el ambiente los días de más calor. Este sistema se puede aplicar también a cultivos de suelo, aunque no todas las plantas toleran el riego por aspersión, y siempre es mejor regar cerca de las raíces de manera localizada, a mano o por goteo.
Cuando cultivas tomates
En el caso del cultivo del tomate, en especial el que se encuentra en invernadero, no se debe regar por la hoja, ya que el calor hará que se quemen sus hojas y favorecerá la aparición de hongos.
Una regadera reciclada
Podemos tener siempre a mano una regadera de precisión reciclando botellas de plástico.
• Basta con hacer unos agujeros en el tapón para convertir una simple botella en una regadera.
• Dependiendo del número de agujeros y del tamaño de estos podemos conseguir que el riego tenga más o menos caudal de agua en cada aplicación, por lo que si tenemos varios tapones con diferentes perforaciones podemos tener en una sola botella diferentes sistemas de riego.
• Recuerda que si utilizas agua del grifo debes dejarla reposar al menos durante 24 horas, y añadir dos gotas de vinagre por litro para separar la cal del agua.
Si quieres saber más trucos del jardinero experto, no te pierdas el número 293 de tu revista Mi Jardín. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es
También puedes encontrar más información en el canal de You Tube las Laderas del Naranco, donde podrás ver vídeos explicativos con todos los consejos, paso a paso, de José Manuel Pérez.