Consigue que el jardín no se apague en ninguna estación del año, asegurando el color con esta selección de especies florales. Junto a cada una, verás todos los cuidados básicos que necesitan. ¿Crees que son pocas? No te preocupes, aquí solo te contamos acerca de una muestra de 11, pero en el número 313 de la revista MI JARDÍN, podrás encontrar hasta 25 especies diferentes que tapizarán tus espacios exteriores en cualquier momento del año.
CÓMO ASOCIAR FLORES Y HOJAS
Usa especies de hojas coloreadas alrededor de las flores para enfatizar su belleza. Las hojas planas y solo verdes proveen de un fondo neutro, perfecto si no deseas restar protagonismo a un efecto floral y aplicable todo el año.
Los follajes matizados o variegados resultan muy brillantes, pero la mezcla de amarillo o de blanco y verde pueden restar protagonismo a las plantas bajas de flores pequeñas. Durante el año, puedes disfrutar diferentes matices.
DOBLAR EL VALOR DE CADA RINCÓN DURANTE EL AÑO
En jardines pequeños, consigue el máximo de color en cada zona y todos los meses del año. Un buen método es plantar una especie de flores altas por encima de otra más baja, elevarás el valor del macizo. Otra opción consiste en plantar bulbosas bajo arbustos o vivaces perennes. Prueba a poner nerines rosa, bajo plumbagos o espíreas azules. Los nerines crecerán buscando la luz y sus flores rosa contrastarán con las azules de las otras especies, todo el año.
EN OTOÑO E INVIERNO
Crisantemo
Los crisantemos (Chrysanthemum sps.) se cubren de una gran masa de flores durante mucho tiempo, desde mediados de septiembre a mediados de noviembre. Para macizos, arriates, borduras y macetones.
SUS CUIDADOS: Se adapta a todos los suelos, con riego frecuente en verano. Es mejor situarlo al sol y a la luz. Se multiplica por esqueje primaveral. La poda (tallos secos en invierno) y acolchado tras la floración.
Tulipán
La presencia del tulipán (Tulipa sps.) a finales de invierno anuncia la primavera. Te recomendamos realizar grupos del mismo color, combinándolos con otras variedades u otras bulbosas. Puedes poner los bulbos en otoño y dejar que se naturalicen.
SUS CUIDADOS: Planta a pleno sol, en suelo bien abonado, pero no muy suelto. Riégalos poco hasta que empiecen a apuntar las flores. Elimina las flores pasadas para que no consuman reservas al bulbo. Multiplicación por bulbillos en primavera, tras floración.
Rudbequia
El contraste de los pétalos de las margaritas amarillas de la rudbequia (Rudbeckia fulgida) con cogollos negros es muy decorativo. Puede formar parte de la rocalla o del macizo de vivaces o plantarse en las jardineras.
SUS CUIDADOS: Dale exposición a pleno sol y suelo ligeramente arcilloso, pero bien abonado. Riega con moderación, teniendo cuidado con los encharcamientos. Su multiplicación es por siembra primaveral y plantación a principios de verano.
Prímula
Con las diferentes especies del género Prímula conseguirás un colorido sinigual en invierno. Los capítulos florales, similares a lechugas, poseen colores rabiosos, amarillo, rojo, azul…, e incluso alegres corolas multicolores, En exposiciones sombreadas los macizos de P. Malacoides, elatior, veris, acaulis, etc., serán foco de atención cuando hace frío.
SUS CUIDADOS: Planta prímulas en suelo ligero y bien abonado. No descuides el riego porque enseguida se marchitan, y elimina las flores pasadas. Siémbralas a principios de otoño.
Dalia
Las múltiples formas de sus corolas simples, dobles, estrelladas, en forma de cactus, pompón, etc., son la atracción del jardín en otoño. La gama de colores que puedes encontrar de dalias híbridas (Dahlia pinnata) es muy extensa.
SUS CUIDADOS: Planta los tubérculos en primavera, al sol, con la cabellera hacia abajo en agujeros holgados. Riega bien en verano y entutora las especies de flores grandes.
EN PRIMAVERA
Flores delicadas, bulbosas en pleno apogeo, tapiz de cobertoras arbustos espectaculares.
Mientras los días se van alargando, va aumentando la luz natural y la vida despierta del frío del invierno, el jardín estalla con energía y continuamente ofrece nuevas flores y colores.
Manzano de flor
Entre todas las variedades de manzano de flor (Malus Floribunda), puedes elegir verdaderas bellezas de floración primaveral tardía. La variedad ‘Dolgo’ da multitud de flores rosa que tornan a blanco; ‘Dorothea’ ofrece flores rosas que se convierten en frutos amarillos dorados en otoño; ‘Hopa’, de flores color rojo oscuro y frutos también rojos; ‘Royalty’, con hojas púrpura, flores carmesíes y frutos rojos…
SUS CUIDADOS: Planta los manzanos de flor a pleno sol en terreno algo arcilloso, fertilizado con abono orgánico. Riega profusamente durante toda la primavera. Multiplicación por injerto otoñal.
Camelia
A finales de invierno y comienzos de primavera, ofrece un gran espectáculo. La camelia (Camellia sps.) es un arbusto o pequeño árbol con hojas verde oscuro brillantes, que se llena de flores del blanco al rojo intenso, pasando por el rosa. Plántala como ejemplar aislado en toda la zona atlántica.
SUS CUIDADOS: De suelo ácido, si no lo posee, rellena con tierra de brezo, castaño, etc. Aplica hierro para prevenir la clorosis férrica. Riego copioso. Multiplicación por acodo primaveral.
Lilo
Pese a la corta duración de su floración, no dejes de plantar uno o varios lilos (Syringa vulgaris), por ejemplo, en grupo de tres o cinco, en tu jardín. Sus racimos florales blancos, malvas o lilas se ven a distancia, confiriendo color al jardín a mitad de primavera. Resulta gratificante cortar lilas para el jarrón; su delicioso aroma inundará cualquier espacio.
SUS CUIDADOS: La exposición ideal es a pleno sol, aunque soporta bien el sol-sombra. El suelo, arcilloso, no tiene por qué ser muy rico. No descuides el riego o florecerá menos. Durante el año, te sorprenderá su hoja verde, cuando está sin flores, y su colorido, cuando estas brotan.
EN VERANO
Cromatismos fuertes, tonos pastel, combinaciones geniales, rosas en tropel.
El jardín puede estar en todo su apogeo de color en verano. Creando combinaciones de plantas con follajes brillantes y épocas de floración prolongadas, conseguirás los efectos más espectaculares. Además, las especies matizadas proporcionarán una decoración extra a los macizos.
Geranio
Los numerosos pelargonios o geranios (Pelargonium sps.) florecen profusamente todo el verano, incluso con riego escaso y sol ardiente. Puedes hacer macizos de color en medio del jardín con las especies zonal y grandiflorum, o cascadas de flores desde la barandilla con la popular gitanilla (P. peltatum).
SUS CUIDADOS: Reprodúcelos mediante esquejes al final del invierno, justo con la poda anual. Controla la mosca del geranio durante el verano, y cada dos meses, la roya y la mosca blanca con fungicidas e insecticidas.
Astilbe
Esta vivaz se cultiva mejor en un enclave de sombra parcial, plantada al pie de los árboles o junto a un estanque. Igualmente espectacular está en un macizo mixto o de astilbes (Astilbe sps.). Destaca por sus flores plumosas.
SUS CUIDADOS: Necesita estar en terreno algo compacto y seco, y tolera el encharcamiento. Se reproduce por división de mata de otoño a primavera. No olvides abonar en primavera y verano, y podar tras la floración a ras de suelo.
Petunia
Con los macizos de petunias (Petunia hybrida) es posible llenar de color cualquier rincón durante todo el verano. Solo es preciso reservar áreas en situación estratégica para que sus diferentes tonos florales realicen manchas densas y llamativas. Cuentas con variedades simples y dobles, y colores que van del blanco al granate, pasando por rosa, rojo, azul…
SUS CUIDADOS: Plántalas a pleno sol y no descuides el riego, pues se recuperan con dificultad de los marchitamientos. Requieren suelo rico y fresco.
Si quieres conseguir que tu jardín luzca resplandeciente y colorido, conviene saber que cada especie de flor tiene su estación favorita. Sigue leyendo hasta 25 especies de flores que tapizarán tus espacios exteriores en el número 313 de la revista MI JARDÍN. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistamijardin.es