Las plantas son para determinados climas. El fuerte calor del verano en la zona centro y el sur de España exige plantar especies de poco riego. Jaras, retamas, Gramíneas, crasas…, aunque también hay otras técnicas para paliar esta situación, como acolchar con compost o corteza triturada, incorporar materia orgánica al terreno, aplicar riego por goteo…
Si, por el contrario, tu jardín es umbrío y húmedo, habrá que elegir plantas que requieran mucho agua, por ejemplo hostas, bambúes, juncos, hortensias, etc., y mantener un buen drenaje. Para reducir el problema de la sombra, aclara la copa de los árboles para que entre la luz.
La ciudad y su contaminación tampoco tendrían que ser impedimento para cultivar bonitos ejemplares, siempre adecuándose a los diferentes climas. Las especies de follaje brillante, como hiedra, pieris, mahonia, aralia, aligustre, evónimus, etc., resultan adecuadas para las zonas con suspensiones sólidas en el aire. Igual que los arbustos y árboles que pierden las hojas en invierno, así como caléndulas, petunias, ciclámenes o tulipanes.
En caso de que el problema sea el viento, no hay nada mejor que una pantalla vegetal. Y junto al mar, puedes neutralizar el efecto corrosivo de la sal sobre el follaje con un pulverizado abundante que llegue a las ramas más altas y otro moderado sobre las plantas que estén a nuestra altura.
PARA PENDIENTES, RECURRE A LAS TAPIZANTES
Aparte de los distintos climas, cuando el jardín está en cuesta, el trabajo se reduce a remover la tierra de la super cie y plantar ejemplares tapizantes de raíces extendidas, como dichondra, aguja, vinca, cerastium, trébol o agrostis. El drenaje no es problema, ya que el agua discurre rápido. Pero por esta misma razón, hay que prever alcorques que contengan el riego tras la plantación.
En suelos pedregosos crecen bien muchas plantas, sobre todo las mediterráneas, como lluvia de oro, coronilla, romero, lavanda, mirto, hipérico… Para ayudar a que se establezcan, añade grandes cantidades de materia orgánica al terreno.
LAS TOP 5
1 Jara, en casos de sequía.
En casos de sequía Arbusto perennifolio de crecimiento rápido, Cistus aguilarii abre sus flores blancas manchadas de rojo oscuro a principios y mediados de verano. Apenas requiere riego y no admite podas severas, aunque puedes recortarla algo a principios de primavera o tras la floración.
2 Kerria, oculta lo feo
Kerria japonica es un arbusto de hoja caduca que forma matas de tallos arqueados y que en primavera se llenan de flores amarillas. Tapa con facilidad verjas, alambradas, cañizos… Corta las cañas floríferas a diferentes niveles para obtener un efecto estético más bonito.
3 Clemátide, embellece paredes.
Clematis macropetala es ideal para contar con flores a la altura de la vista desde mayo. Sus vástagos trepan por fachadas desconchadas, ocultando el defecto. Ponla en sombra parcial, en un terreno abonado con humus. Coloca una tela metálica o tutores verticales.
4 Camelia, acidófila.
Si tu suelo es ácido, recurre a la Camelia japonica. Este arbusto vigoroso, ideal para zonas umbrías, adora los terrenos húmedos y bien drenados. Protégelo de las heladas y los vientos fríos. En maceta, usa una mezcla de la tierra de brezo, turba y mantillo vegetal a partes iguales.
5 Hortensia, duradera.
Sus espectaculares cabezuelas, desde mediados de primavera hasta finales de verano, se ven a distancia. Hydrangea macrophylla necesita sombra parcial, al menos durante a las horas centrales del día, y terrenos fértiles, mejor ácidos y muy húmedos, pero bien drenados. Apta también para macetones.
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