Conseguir nuevos ejemplares a partir de los que ya tienes; esa es la base de la multiplicación. Para hacerlo hay diferentes técnicas, mucho más fáciles de acometer de lo que te piensas. Aquí te explicamos las tres más importantes para multiplicar tus plantas más preciadas. Y te animamos a ponerte manos a la obra, pues la satisfacción jardinera cuando lo consigues es máxima.
Ilustraciones de Álvaro Rodríguez Ben
ESQUEJAR
Cuando se desea multiplicar muchas plantas, preparar esquejes es el método de propagación más seguro y agradecido. Solo necesitas un fragmento de la planta original.
ASÍ SE HACE:
Corta, planta y protege
- CORTA, limpiamente, brotes nuevos y elimina las hojas inferiores. El corte debe ser recto y por debajo de un nudo, de unos 5-10 cm como norma general.
- TRATA la base del esqueje con un preparado comercial estimulador de raíces y plántalo en una maceta con sustrato para multiplicaciones.
- PON el esqueje a la sombra, en un propagador o con plástico transparente por encima y mantén el riego. Enraizado, trasplántalo a una maceta de forma.
TE IRÁ BIEN CON…
- Geranio
- Flox
- Hortensia
- Rosa
- Adelfa
DIVIDIR
Aunque hay arbustos que la admiten, son las herbáceas perennes las plantas que mejor se prestan a la división. También puedes practicarla para rejuvenecerlas.
ASÍ SE HACE:
Levanta, haz trozos y vuelve a plantar.
- SIRVIÉNDOTE de una horca, levanta la planta del suelo. Procura no tocar la corona, para no dañar las raíces.
- SACUDE la tierra de las raíces y separa la planta en trozos que tengan raíces y varios brotes nuevos. Corta los tallos hasta el nivel del suelo.
- DESCARTA la parte central, y los restantes fragmentos, vuelve a plantarlos en el mismo sitio o en uno diferente, y riega bien.
TE IRÁ BIEN CON…
- Crisantemo
- Iris
- Hosta
- Áster
- Dianthus
ACODAR
Con el acodo se fuerza a un tallo a que produzca raíces antes de separarlo de la planta madre. Es fácil y no requiere ningún control mientras se forman las raíces. Así, multiplicar será muy sencillo.
ASÍ SE HACE:
Entierra, fija al suelo y separa
- SELECCIONA un tallo joven y elimina las hojas y brotes laterales de los 30 cm anteriores a la punta. En la mitad, realiza un pequeño corte sesgado.
- EMPAPA con hormonas de arraigo el corte y ja el tallo en el suelo, con la muesca hacia abajo. Utiliza para ello unas horquillas o alambre, y cúbrelo con tierra.
- DOBLA el extremo de forma que quede vertical y entutóralo. Cuando haya enraizado, levanta el tallo y corta el acodo. Plántalo en una maceta o en su sitio definitivo.
TE IRÁ BIEN CON…
- Rododendro
- Hiedra
- Magnolio
- Camelia
- Romero
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