No es que no nos guste trabajar el jardín, pero es que si lo hacemos en menos tiempo con iguales o mejores resultados, sobran horas para disfrutarlas descansando en él.
Automatiza el riego
Las ventajas que te ofrecen los programadores de riego son muchas: puedes regar cuando quieras y durante el tiempo que desees, sin esfuerzo e incluso cuando estás ausente. Y respecto a la técnica de riego más adecuada, ni lo dudes, el goteo. Permite ahorrar agua, apenas requiere mantenimiento, su instalación es fácil y dura mucho tiempo.
Aprovecha las pendientes
Son bonitas, aportan movimiento e interés paisajístico, y ayudan a evacuar el agua que no se filtra después de las lluvias. Eso sí, procura que sean suaves y que no formen hondonadas en su parte baja, porque lo más seguro es que el agua quede allí retenida.
Setos informales
En general, los setos no requieren demasiados cuidados una vez que están establecidos. Es importante, eso sí, preparar el terreno de forma adecuada y con abundante materia orgánica, ya que van a permanecer en el mismo lugar mucho tiempo. Si optas por setos formales, tendrás que podarlos
al menos dos veces al año, para que mantengan su forma. Por eso, te recomendamos los informales, como el madroño o el espino de fuego, que crecen libremente y sin apenas recortes.
Apuesta por las tijeras de podar
Pequeñas o grandes son básicas para solucionar problemas y evitar, sobre todo, enfermedades. Por ejemplo, debes aclarar el ramaje que se dirija hacia el interior de las copas para permitir al sol entrar, así como mantener las vegetaciones sin marchitamientos.
Terracota para las macetas
El truco de encalar las paredes viene de antiguo. Además de resguardar los muros de la erosión, sirve de desinfectante y de aislante térmico al reflejar la luz solar. No en vano es bueno conservar las tradiciones. Como también la de cultivar en recipientes de terracota, al natural o esmaltada. Es el material que mejor conserva la humedad y el frescor de los sustratos.
Puedes encontrar más consejos para que las tareas del jardín no te supongan tanto esfuerzo, en el número 279 de nuestra revista MI JARDÍN.