Ya sea un tallo tierno o leñoso, si quieres obtener esquejes ten en cuenta que se puede hacer usando diferentes técnicas, según convenga. El tamaño de los esquejes que se debe tomar variará entre los 6 y 7 cm de largo para las plantas pequeñas, y 15-20 cm para arbustos y árboles.
Si se trata de tallos verdes (por ejemplo, de un potos), realízalo en primavera, y el corte hazlo justo por debajo de un nudo o yema. Para los tallos leñosos (por ejemplo, de una hiedra), los esquejes se obtendrán ahora en otoño o invierno, y el corte se dará entre dos nudos. Hay varias formas de obtener esquejes:
ESQUEJE CON TALÓN:
Corta una rama lateral con su base (normalmente es leñosa; es la parte de la corteza que la une al tronco, y se le llama talón). En ocasiones resulta suficiente con sujetar el brote y tirar para que se desgarre, pero es preferible utilizar una navaja afilada. Si lo has hecho con la mano, quizá sea necesario recortar un poco el talón resultante. Elimina las hojas de la base e introduce el talón húmedo en las hormonas de enraizamiento. A continuación, planta y riega. Si la planta es de hoja perenne, reduce a la mitad la cantidad de hojas.
ESQUEJE DE ESTACA:
Corta fragmentos de tallos leñosos de unos 20 cm que posean al menos un nudo o yema. El corte en la base tiene que ser recto, y corta también en la punta del esqueje, justo por encima de la última yema. Impregna el extremo basal con hormonas de enraizamiento. Entiérralo, dejando asomar tan solo unos 3 cm del esqueje.
En cuanto a los esquejes de estaca con rama lateral, deberás cortar un trozo de tallo leñoso que mantenga una rama secundaria. Realiza el corte apical (en la punta) próximo a la rama, y el basal (el de abajo) a una distancia de 2-2,5 cm del primer corte. Introduce en las hormonas la base del esqueje perpendicular a la rama. Planta y riega.
ESQUEJE DE YEMA AUXILIAR:
Es muy similar al de estaca con rama secundaria. Selecciona tallos con una hoja y una yema que sea viable. Corta el tallo en bisel por encima de la yema, pero lo más cercano posible, dejando un muñón casi inapreciable. Realiza el corte basal recto, a una distancia de unos 3-4 cm del apical. Si la hoja es muy grande, puedes enrollarla con una goma o una cuerda.
Introduce la parte inferior del esqueje primero en las hormonas de enraizamiento y posteriormente en la maceta, de forma que la yema permanezca al nivel de la superficie. Apelmaza bien la tierra con las manos, y riega inmediatamente.
ESQUEJES APICALES (O DE PUNTAS):
Corta trozos de aproximadamente 10 cm de longitud obtenidos de la punta del tallo o brotes con al menos dos pares de hojas. Secciona justo por debajo de las últimas hojas. Deja el tercio inferior del tallo libre de hojas, manteniendo los puntos de crecimiento. A continuación, puedes elegir entre estas dos opciones que te proponemos:
A) Si el enraizamiento de la planta es fácil, sumerge la parte inferior en un vaso con agua hasta que proliferen las raíces, y después plántalo en la tierra, con su correspondiente riego.
B) Si tiene dudas, humedece la parte basal del esqueje hasta casi el nivel de las hojas, impregna con hormonas de enraizamiento y entierra toda la parte desprovista de hojas en compost. Cubre la maceta con un plástico, retirando el mismo unos minutos cada día para que se ventile y se pudra.
Al obtener esquejes de la parte más joven del tallo, resultan más difíciles de mantener con vida. En compensación, estos esquejes son los que más capacidad tienen para desarrollar raíces: cuanto más joven e inmaduro sea el esqueje, mayor será su potencial de enraizamiento y, por ende, su probabilidad de regenerarse con éxito.
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