Por Pepe Plana
Fotos de Covadonga Gala e iStock
Tengo una amiga en Buenos Aires, que cada verano presume de “estrella federal”, que así se conoce en Argentina a la flor de Pascua. En efecto, durante nuestro verano, allí hace frío y los días son cortos, que es lo que requiere nuestra protagonista para florecer con este maravilloso aspecto rojo aterciopelado. Así que en los días cortos de aquí (Navidad) y largos de allá (verano), el “pascuerito mexicano” o flor de Pascua, que de ese país es originario, presume de belleza en todo el mundo.
Cuando empecé mi vida profesional jardinera, allá por los primerísimos setenta del siglo XX, de verdad la flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima, que por aquel entonces se conocía como poinsettia, Poinsettia pulcherrima) era una completa desconocida… ¡y carísima!
Al ritmo del coste de la vida, y cambiando pesetas por euros, deberías pagar unos 60 € de ahora por una plantita de 30 cm, cuando ahora las encuentras desde 4 o 6 €… Y es que en España no entró la costumbre de comprar la flor de Pascua para decorar los hogares en Navidad hasta la década de los 80. Por cierto, que la cosa comenzó de forma tímida y gracias a unos cuantos cultivadores fantásticos que consiguieron los mejores ejemplares que he conocido, como Julio Spalla (RIP) y su invernadero de Alcalá de Henares a la cabeza. Vaya para él este homenaje.
UNA FLOR INTERNACIONAL
Desde el siglo XVIII, en México se la conoce como “ or de Navidad” o “ or de Nochebuena”, “pascuero”, “pascuerito”, “estrella de Navidad”…
En Argentina, como decíamos, “estrella federal” por la forma de estrella de sus brácteas rojas y el color rojo del Partido Federal.
En Guatemala y Nicaragua, donde tal vez sea su lugar favorito de crecimiento silvestre, se llama “pastora”.
En Perú, con formidables ejemplares, “cardenal”. En Venezuela, donde se da todo, “papagayo”. Y así. Pero fueron los americanos, de mano de su embajador en México, Poinsett, quienes la adoptaron masivamente, cultivándola de forma forzada (controlando el tiempo de iluminación y temperatura), instituyendo el “día de la poinsetia” cada 12 de diciembre, fecha en la que se compra por millones de ejemplares de todos los tamaños, presentaciones y precios.
LA FLOR DE PASCUA EN NAVIDAD
En nuestro país, desde que se presiente la Navidad, se empieza a mover el mercado de la or de Pascua. Las plantas suelen venir de Centroeuropa (Bélgica, Alemania, Holanda…). Recuerdo conducir por las llanuras nevadas de Bélgica y ver los humos de las chimeneas de calefacción de los invernaderos llenos de poinsetias rojas, ardiendo en la blanca nieve. De ellas, muchas llegarían a España.
Actualmente, existe un buen ramillete de cultivadores y obtentores que hacen ores de Pascua más duraderas y seguras que las de fuera. En el Maresme Barcelonés, los cooperativistas de Corma consiguen plantas maravillosas y a buen precio, pero no pueden competir con los bajos precios de ejemplares que llegan del extranjero a hipermercados y centros de jardinería, pero que no duran mucho. Por eso, conviene comprarlas lo más tarde posible.
LA POINSETIA A LO LARGO DEL AÑO
1. En diciembre, durante la Navidad, debes mantener la poinsetia en una habitación más bien fresca, cerca de una ventana y alejada del radiador. Cuando notes que necesita agua, sitúala sobre un plato con agua durante 5-10 min.
2. Sigue con estos cuidados hasta la primavera, cuando llegan las dos operaciones básicas de mantenimiento: la poda, a tres yemas desde cada inserción de cada tronco, y el trasplante a un tiesto algo mayor (no mucho mayor). Usa sustrato de interior desinfectado.
3. Consérvala durante la temporada en una habitación fresca, que mire al norte (sin sol ni calefacción) o en un rincón al exterior, protegido del viento y en sombra. Los riegos deben continuar moderados y solo cuando lo requiera.
4. Si cuando llegue la siguiente Navidad quieres intentar su subida a flor (o, lo que es lo mismo, enrojecimiento de las brácteas u hojas superiores), debes situarla a oscuras, a partir de las 2 o 3 de la tarde y recuerda hacerlo solo desde mediados de septiembre.
UNA VEZ EN TU CASA…
Debes mantener la flor de Pascua en una habitación luminosa, sin exceso de calefacción y sobre un plato en el que tendrás que echar el agua de riego cuando notes que “pesa poco”, que necesita ser regada; una vez absorbida el agua necesaria, vacía el plato hasta el siguiente riego.
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