La buganvilla, ¡trepadora gigante! Cuando vas acercándote al mar desde el interior peninsular, además de la sensación de que viajas hacia la libertad, el ocio, las vacaciones, el mar tan añorado, te inundará la sensación de que vas a cambiar radicalmente de paisaje; vas a dejar de ver encinas en las dehesas o hayas en los bosques, para disfrutar de la presencia de palmeras, naranjos, jazmines… ¡buganvillas! Es nuestro litoral en estado puro, el mar, el sol, las paredes encaladas, el clima benigno… siempre espectáculo, siempre agradable. Mira todo lo que te contamos acerca de la buganvilla.
Texto: Pepe Plana
Fotos: Covadonga Gala e iStock
Cuando decimos que nuestra protagonista, la buganvilla (Bougainvillea glabra y spectabilis) es gigante en todo, no nos equivocamos en lo más mínimo, porque es:
- Gigante en tamaño. Se trata de una especie trepadora (necesita un soporte donde apoyarse, muro, alambrada, reja…), que puede alcanzar varios, muchos metros de altura y envergadura, tal vez 8-10. Eso la convierte en una de las grandes cubridoras de paramentos verticales a pleno sol, junto a hiedras y parras vírgenes a media sombra, o algunas clemátides en el Atlántico.
- Gigante en color. Ninguna, absolutamente ninguna especie cultivada en nuestro país (la buganvilla va perfectamente en España, pero es brasileña), abastece de colores tan vibrantes y rabiosos… ¡durante prácticamente todo el año!
- Gigante en rusticidad. Las buganvillas necesitan ser guiadas y regadas los 2-3 primeros años desde su plantación; a partir de ahí, pueden vivir perfectamente sin riego, sin abonos, sin podas, sin entutorados…
- Gigante en longevidad. La vejez y decrepitud de la buganvilla no llega hasta pasados muchos años; es más, con podas de rejuvenecimiento cada cierto tiempo, su duración puede llegar a muchas docenas de años.
Con todo lo expuesto, seguro que tu atracción hacia esta trepadora mágica ha aumentado mucho, pero seguro también que te hubiera bastado con la segunda de sus características principales: la buganvilla es la gigante del color en jardinería de litoral
CUIDADOS BÁSICOS
LA PLANTACIÓN
Vale todo el año. Buganvilla es una trepadora muy resistente… en su hábitat adecuado. Si la plantas en zonas con inviernos suaves, que es lo que le gusta, podrás hacerlo durante todo el año, aunque no es aconsejable en pleno verano. Sin embargo, plantada en invierno en zonas frías se morirá en pocos días, y si la plantas en verano… ya vendrá el invierno.
EL EMPLAZAMIENTO
El sol es básico. La buganvilla no tiene ningún miedo al sol. Sus hojas son pequeñas y coriáceas, dos ingredientes fundamentales a la hora de resistir sus rayos. Lo que sí teme es la sombra, en la que produce follaje grande y débil… y poquísimas flores.
EL TERRENO
Mejor fértil, pero… Lo cierto es que esta trepadora tan verde, orida, vigorosa y bella se conforma con suelos bastante corrientes. Cierto es que en terrenos vegetales y perfectamente drenados funciona mejor, pero también es más ávida de agua, y ese bien es escaso en todas las zonas dominadas por ellas.
EL RIEGO
Solo necesario los primeros años. Las buganvillas se arreglan con muy poca agua, o absolutamente sin ella si se trata de ejemplares mayores, con raíces lejanas y profundas. Eso sí, los 3-4 primeros años hay que mimarlas para que se establezcan sin problemas y comiencen su andadura con ventaja.
LA MULTIPLICACIÓN
Difícil, ideal el acodo. El enraizamiento de esquejes de buganvilla no es fácil. Normalmente suelen echar raíces el 10 por ciento de terminales puestos a enraizar. Por semillas también es difícil, ya que se trata de verdaderas pequeñeces. En cambio, si encuentras tallos rastreros en su base que hayan emitido raíces, la propagación será segurísima.
CURIOSIDADES
Atención al tamaño…
Nuestro consejo, a la hora de plantar buganvillas, es que les des sitio, mucho sitio, ya que llegan con facilidad a formar grandes ejemplares como los que a menudo se ven en las colonias veraniegas de la costa. Si deseas mantener tu buganvilla restringida a un determinado espacio, más bien pequeño, deberás recortar a menudo sus fuertes y vigorosos vástagos.
Seto florido
Las buganvillas apoyadas en los muros y alambradas perimetrales de un jardín, evitan su acceso gracias a su potentísima vegetación… ¡pinchuda!
Brillante y multicolor
Los colores posibles en mi favorita del mes son… ¡todos! Blanco, amarillo, rosado, magenta, purpúreo, rojo, anaranjado…, todos resaltan sobre el blanco de las paredes encaladas andaluzas o el verde de la lujuriosa vegetación levantina.
El frío llega a ser un problema grave
Verás muy pocas buganvillas (o ninguna) en zonas de clima continental como Madrid, las dos Castillas… Y es que el frío la destroza cuando el termómetro baja de 3 grados bajo cero, sobre todo de forma continuada.
El mar de fondo
Junto al blanco de las paredes encaladas, el azul del mar es el color ideal de fondo para las buganvillas. Cualquier tono de sus brácteas parece estar hecho para esa deliciosa combinación. Puede lograr con facilidad conformar el más bello telón de fondo jamás visto, si la dispones junto a los muros y rejas de tu jardín. Y si son blancos, mucho mejor.
También en interior
Sobre todo, la especie Spectabilis puede vivir en el interior de casa feliz. Eso sí, manteniendo siempre su forma inicial. Es preciso conservarla densa a base de tallados periódicos.
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