Las especies “proterantes” son las que florecen antes de que surjan sus hojas, imagina lo tempranas que son… Si hay algo que no debes perderte a principios de primavera (aunque aún queda un rato) es la floración de los magnolios proterantes… De los magnolios de flor, que son los de hoja caduca y emisión de corolas muy temprana.
Por Pepe Plana
Fotos: iStock y Covadonga Gala
Los magnolios son tan nobles e importantes que estaban en la tierra antes que cualquier otra especie con flores. Si lo plantas en tu jardín, vivirás junto a uno de los grandes jefes de las plantas en general. Y si lo combinas con algún jefazo de las otras divisiones (pinos, ginkos, cicas o diksonias), conseguirás magia e historia, además de belleza.
Todo es espectacular
Nada en un magnolio pasa desapercibido. Si hablamos de la especie más grande y arbórea (Magnolia grandiflora), perennifolia, encontraremos hojas de cuero, grandes y verde oscuro. Sus flores enormes, blancas y fragantísimas, y hasta frutos descomunales y escamosos con forma de piña. Muchos diseñadores, a la hora de plantear la realización de un jardín, guardan una de las vistas a mimar para un ejemplar o una pequeña alineación de este magnolio. Llega a alcanzar unos precios altos (pero que bien altos), ya que se debe plantar con generoso cepellón escayolado o cubetas gigantes.
Otro mundo, asimismo espectacular, es el de los magnolios que ahora mismo están preparándose para estallar en plena oración, los caducifolios o de or (Magnolia soulangeana, stellata, lilii ora, etc.). Muchos tratados los describen como ejemplares de porte arbóreo, pero para disfrutar a fondo de sus maravillosas ores grandes, a menudo jaspeadas y de tonos brillantes y eléctricos, lo mejor es fomentar su hábito arbustivo mediante podas y despuntes en origen. Echa un vistazo a todos, porque vale la pena.
¡Muchos magnolios entre los que elegir!
• Magnolia virginiana.
Al tratarse del primer magnolio en ser registrado y el primero en llegar a nuestras costas, allá por el siglo XVII, esta especie se ha convertido en la representación de las floríferas. Hoja perenne en climas cálidos y caduca en los fríos. Parecido a M. grandiflora.
• Magnolia soulangeana.
Esta es la especie de magnolio de flor más popular y utilizada en los últimos tiempos. Sus grandes flores, con jaspeados llamativos, porte bastante simétrico y rusticidad para vivir en casi todos los climas (excepto los subáridos y tropicales), la convierten en insustituible.
• Magnolia stellata.
La más elegante, pero también la más delicada. Sus flores estrelladas y finas, se estropean con suma facilidad confiriendo al ejemplar vistas pobretonas y raídas. Recomendable a media sombra y clima benigno.
• Magnolia grandiflora.
Es el magnolio de flor estival por excelencia. Con esta especie se visten las alineaciones de las más importantes calles y avenidas de las principales ciudades del mundo. Madrid le ha reservado su Paseo del Prado y la avenida de acceso al Parque del Retiro. Ahí encontrarás verdaderos ejemplares únicos y maravillosos.
• Magnolia liliiflora.
Esta es una de las especies que mediante cruzamientos ha dado origen a la popular y muy vendida Magnolia soluangeana; precisamente su color viene
dado en gran parte por el de esta liliiflora. Planta fuerte, grande, a menudo arbórea, con una miríada de flores estrelladas que surgen de forma temprana, como una explosión preprimaveral.
• Magnolia denudata.
Esta es la otra especie del género Magnolia, junto a lilii ora, que ha dado origen a la popularísima especie soulangeana. Se trata de la especie M. denudata que le ha otorgado al cruce la forma acampanada de sus blancas flores (recuerda que liliiflora le otorgó el color magenta claro). Esta es una planta no muy rústica, pero tan bella. Recuerda, siempre suelo algo ácido…
Pepe Plana es ingeniero agrícola, paisajista, y asesor de Jardinería y Paisajismo de la revista Mi Jardín.
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